Para los trabajadores del INDEC una familia debe cobrar por encima de $322 mil para no ser pobre

El informe mensual de la junta interna de ATE en el organismo afirmó que se necesita este valor para superar alcanzar alimentos y servicios. Esto profundiza el fenómeno de los “trabajadores pobres”.

Los datos de la economía y el mercado laboral argentino no dejan dudas respecto a la crisis de ingresos que vive el país. La problemática de los llamados “trabajadores pobres” sigue siendo la principal característica del momento laboral actual, un tema que afecta al 30 por ciento de los asalariados, según varias mediciones. Esto es parte de un doble flagelo que se experimenta en este tiempo, y que se potenció este 2023: el aumento sostenido de los precios, en especial los alimentos, y la caída de los sueldos, que siguen retrocediendo, en especial en el sector informal y autónomos. Esta combinación hace que cada vez más trabajadores estén lejos de la canasta necesaria para no ser pobres. La semana pasada, en el marco del anuncio dela inflación de mayo, la junta interna del INDEC difundió su informe mensual que mida una canasta tentativa de servicios y alimentos, que sirve de piso para calcular los salarios. En este caso, la medición está bastante por encima de la canasta oficial del organismo de estadísticas, y ubica la posible línea de pobreza por arriba de los 320 mil pesos, para una familia tipo. Esto marca que ese tercio de “trabajadores pobres” podría ser mucho más, si se usan estos datos. Ante esto, el reclamo de varios sectores es reabrir urgente las paritarias, y vuelve a tomar fuerza el pedido de una suma fija de emergencia.

 

El trabajo mensual de la junta interna de ATE en el INDEC es un cálculo de cuánto debería sr el salario de los estatales en particular y de los trabadores en general, un piso que deben superar para acceder a una canasta de servicios y alimentos. “Un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos en edad escolar necesitó, en abril de 2023, 322.290 pesos para satisfacer sus necesidades mínimas”, recalcó el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial. Este valor, explicaron, “se compone de 113.919 pesos necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de 208.371 pesos para acceder a otros bienes y servicios básicos”. Esto generó una pérdida salarial que para los estatales alcanza desde diciembre del 2015 a abril de 2023 de 36,4 por ciento. “Si a esta pérdida del poder adquisitivo acumulada la ponemos en pesos sería, actualizada a abril del 2023, sería igual casi 35 salarios de nuestro caso testigo Nivel D Grado 0 del SINEP en el mismo período de referencia”, sostuvo el reporte, que recalcó que con estos datos “queda claro que nuestros salarios son, para los distintos gobiernos, una variable del ajuste”.

Según remarcó Raúl Llaneza, secretario Adjunto de la junta interna de ATE-INDEC, este valor de más de 322 mil pesos “genera la necesidad de un aumento de emergencia del 50 por ciento, a pagarse en una cuota”. Además, el dirigente le dijo a Data Gremial que el objetivo es “a eso sumarle un bono mensual de emergencia e 60 mil pesos, para paliar la crisis de ingresos”. Esto incluye una “actualización mensual por inflación”, una forma que están explorando muchos gremios para evitar la pérdida salarial en este contexto. Los pedidos de los trabajadores estatales se hicieron en el marco de una radio abierta realizada en la jornada que se confirmó la tasa de inflación de mayo, que incluyó otros pedidos como la contratación de los monotributistas, “que no reciben los aumentos que se dan dentro del convenio de los estatales nacionales”, según relató Llaneza.  

Canasta oficial del INDEC

Estos datos de la junta interna del INDEC se complementan con el informe de la UCA, titulado "A 20 años de la salida de la crisis de la convertibilidad: dos décadas de segmentación laboral, deterioro de las ocupaciones y la pobreza en la Argentina urbana", advierte que el empleo en el segmento secundario o no regulado se convirtió en la principal problemática, afectando a casi un cuarto de la fuerza laboral activa de la Argentina, según publicó Data Gremial. A esto se le suman los datos oficiales de la canasta de pobreza e indigencia, cada vez más altos, que hace pensar que ese 30 por ciento de “trabajadores pobres” puede ser un dato “optimista”.

 

En este sentido, según informó el INDEC este miércoles, el costo de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 5,2 por ciento en mayo, lo que determinó que una familia conformada por dos adultos y dos hijos menores necesitara ingresos por 99.052 pesos para no caer en la indigencia, en tanto, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) avanzó 7,2 por ciento en mayo, por lo que el mismo grupo familiar necesitó contar con ingresos por 217.915 pesos para no caer en situación de pobreza.

De esta forma, la canasta básica alimentaria, que mide la evolución de los precios de productos alimenticios necesarios para la subsistencia, y que marca el umbral por debajo del cual se cae en la línea de indigencia, acumuló un incremento de 47,4 por ciento en los primeros cinco meses del año, contra una inflación general del 42,2 por ciento. Esto, comparado con la mayoría de las paritarias parciales firmada en los últimos meses, están en promedio por debajo de esos niveles. En tanto, la canasta básica total, que al rubro alimentos suma otros ítems como indumentaria y servicios- reflejó una suba de 42,9 por ciento entre enero y mayo.

Preocupación

Los datos siguen marcando que la preocupación mayor en este tiempo es la de los asalariados que están por debajo de la línea de pobreza, o incluso de indigencia. Al informe de la UCA o el de ATE-INDEC se suman otros, como el elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) del economista Claudio Lozano, que advirtió que ya en 2022 ese tercio de empleados estaba por debajo de la línea de la pobreza. Si bien es difícil explicitar los sectores más complicados, se entiende que los estatales y empleaos públicos son blanco de esta situación, y en especial los municipales, como quedó al descubierto en la movilización en Jujuy, donde en ambos sectores se habló de salarios de 60 mil pesos, que no alcanzan a superar la canasta de indigencia que mide el INDEC.

Los especialistas en el tema inflación, y el Relevamiento de Expectativa del mercado (REM), proyectaban para el mes de mayo una variación de un 9 por ciento, y el gobierno instaló a través de rumores que recepcionaron los medios que sería un ‘triunfo’ que el dato comenzara con un 7 por ciento”, recordó el informe del INDEC. Finalmente, la tasa del 7,8 por cinto estuvo en tono con estas especulaciones.