Por primera vez se autoriza a liquidar bienes de Garbarino para pagarle a los trabajadores despedidos

La justicia vendió cinco vehículos de la flota de la empresa y esos recursos serán depositas en la cuenta de los cesanteados. Si bien en primer lugar hubo oposición, el grupo de empleados consideró “un precedente” la medida.

Por Redacción

09 de mayo de 2023

Luego de varios intentos de que Carlos Rosales dé explicaciones de cuál es su supuesto plan para recuperar la empresa Garbarino, algo que anunció en una audiencia en diciembre del año pasado, los despedidos de la firma realizaron un reclamo formal al juez de la causa, y denunciaron “intentos de vaciamiento”.

Esto generó tensión entre las partes, en especial con la sindicatura general. Por eso, cuando se ofreció la venta de cinco vehículos de la flota de la firma de electrodomésticos, el colectivo de trabajadores cesanteados se opuso. Pero luego, con toda la información disponible, aceptó la operación, la primera de su tipo, ya que los fondos fueron para el pago de sueldos adeudados para los ex empleados de la firma. Esto abre una nueva etapa en el conflicto, y potencia la posibilidad de veta de las dos plantas ubicadas en Tierra del Fuego.

Mediante una resolución, el juez de la quiebra Fernando D’alessandro aceptó la venta de cinco vehículos, ofrecida de la sindicatura. Se trata de furgones y camionetas de la flota de Garbarino, que se venderían a un particular que ofreció unos 5 millones de pesos por los cinco rodados, sin contar gastos de patentes y multas adeudadas, que serán absorbidas por el comprador, lo mismo que el gasto de traslado.

Ante esta oferta, el magistrado decidió levantar “la inhibición general de bienes de la concursada, a cuyo fin líbrese oficio al Registro de la Propiedad Automotor”.

Lo más importante es que junto a la autorización de la operación, el fallo al que tuvo acceso Data Gremial establece que esos fondos “deberán ser ingresados en la cuenta abierta a nombre de estos actuados dentro de las 48 horas de efectuada la venta, a los fines de su distribución entre los acreedores con créditos prontopagables”. Es decir, los trabajadores.

Esta venta es la primera de su tipo, ya que hasta el momento la sindicatura y el juez habían congelado el material de la firma.

Los pagos que vienen recibiéndolos despedidos, en concepto de salarios, aguinaldos y liquidaciones adeudadas, sale de una cuenta donde se depositan las ventas de los locales todavía abiertos. Pero la falta de stock y reposición las hizo disminuir, al punto que el mes pasado algunos trabajadores recibieron sumar irrisorias, como 60 pesos. Ahora, se sumarán los 5 millones de pesos que aproximadamente salen de la operación de estos vehículos, lo que les abre la puerta a operaciones similares.

La postura de los empleados

Cuando se hizo la primera oferta, la primera respuesta de los trabajadores fue el rechazo. A través del representante del colectivo de despedidos Gabriel Yapura, presentaron un escrito donde daban cuenta de su postura.

El comité provisorio de acreedores en representación de los acreedores laborales en situación fáctica diferente, se opuso a la venta de los automotores, por tratarse de un precio vil, y solicitó que se confiera traslado a las tres sindicaturas que intervienen en autos a fin de que acompañen un listado del que resulta el modelo, marca y el precio actualizado en el mercado de usados de los autos cuya venta se pretende”, explicaron ante la justicia. En un primer momento los cesanteados calculaban un valor de 10 millones de pesos por los vehículos, según el valor de mercado.

Pero luego el juez explicó las deudas y el estado general de los rodados, lo que hacía “razonable” el precio final. “En primera instancia nos opusimos a esta venta, porque para nosotros era como la continuidad del vaciamiento”, admitió Yapura, en diálogo con Data Gremial.

Hay que tener en cuenta que nosotros no vemos una salida, estamos en un callejón sin retorno, no vemos que Garbarino pueda conseguir capitales que puedan sacar a la empresa de donde está”, recalcó el representante del colectivo. Pero cuando tuvieron toda la información, como el estado general, las deudas y los gastos que generaban al estar parados, dieron el visto bueno.

El detalle, que nosotros vemos bueno por parte del juez, es que esa plata fue para los trabajadores, a través de la cuenta del banco ciudad, que van a recibir un porcentaje”, destacó Yapura.

El referente recordó que “es muy magro lo que se está pagando en el pronto-pago a los trabajadores despedidos, porque son muy magras las ventas y el ingreso de recursos, porque no hay productos ni reposición”. “Si nosotros no interveníamos vaya a saber a dónde pueden ir a parar esos fondos”, alertó. En este sentido, destacó que este avance se logró “gracias a que nos organizamos, no bajamos lo brazos y seguimos luchando. No es mucho, pero Garbarino ahora sabe que vamos en serio y vamos a luchar por nuestro derecho”.

Reclamo de información

Esta operación confirmada por la justicia es la primera de su tipo desde que se dictó la quiebra de la firma y se hizo cargo la justicia.

Desde ese momento, Rosales habla de posibles compradores o inversores para recuperar la firma, pero nunca aportó datos. Incluso en la única audiencia cara a cara con sus trabajadores, el empresario dijo que “necesita 1.500 meses” para poder pagar la deuda que tiene. Pero tal vez esta operación cambie la ecuación. “Esta es la primera venta donde logramos intervenir”, resaltó Yapura, que subrayó que “en el depósito de Garbarino de Tablada había maquinaria más cara que estos vehículos, y no sabemos qué paso con eso”.

Para esto, la sindicatura debe aportar un informe final sobre cómo está la empresa, y la posibilidad de salir de la convocatorio o vaya a la quiebra. “Eso lo definirá el juez de la causa, por eso nosotros queremos preservar todo el capital de la empresa, porque ahí está nuestra indemnización, por eso estamos tratando de evitar ventas de activos”, resaltó el referente de los empleados.

Además de presentar un futuro escrito pidiendo datos de esos materiales, el colectivo que más de 2.800 despedidos pedirá saber los planes para las dos plantas ubicadas en la provincia de Tierra del Fuego, que varias veces se dijo serían vendidas para afrontar las deudas de la empresa de electrodomésticos. Se trata de dos firmas cuyo 70 por ciento es de Garbnarino y el 30 por ciento restante de Compumundo. “Estamos viendo si nos favorecen o no, por el momento no hay comprador, cuando llegue alguna oferta veremos en qué situación se hace”, dijo Yapura al respecto. “Lo importante como precedente es que lo primero que se vendió fue a parar a los trabajadores. Es irrisorio es lo que se está pagando”, concluyó.

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