El rumbo económico del gobierno del presidente de la Nación, Javier Milei, cosecha desastrosos resultados en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas, ya que cerraron un total de 12.259 unidades productivas entre enero de 2024 y el primer mes del corriente año, según un estudio elaborado por el observatorio Industriales PyMES Argentinos (IPA).
En el informe del IPA, también se destacó que de las 511.630 pymes que estaban registradas en diciembre del 2023, actualmente quedan 499.371. Dicho panorama, representa un futuro desolador donde puede detonar en “una catástrofe social generada por el desempleo”.
Los factores que incidieron en agravar la situación, según la investigación, tienen relación con la recesión y la presión impositiva, que ayudaron a concretar la obsesión del déficit cero, pero que rompieron completamente la actividad. Además, se suma al comportamiento suicida de abrir indiscriminadamente las importaciones.
Además, la triste realidad de las unidades productivas, sobre todo la de las mini pymes manufactureras,fueron perjudicadas por las restricciones de demanda y acceso al crédito: están operando muy por debajo de los registros de crecimiento.
Al respecto, el presidente del IPA, Daniel Rosato sostuvo que "las condiciones macroeconómicas son importantes, pero demasiado insuficientes para que las fábricas argentinas puedan competir contra empresas extranjeras que importan en sus productos beneficios a través de subsidios, financiamiento barato y un plan para generar trabajo en sus países".
Rosato consideró que "es ahora en donde el Gobierno debe demostrar si tiene un plan para el sector productivo o piensa dejarlo morir, porque el ritmo de destrucción de empresas es alarmante".
Lejos de ser optimista, pronosticó "una catástrofe social generada por el desempleo, si es que se mantienen las condiciones que están obligando a los sectores productivos a achicar puestos de trabajo registrados ante la caída impactante del consumo".
“A favor de la producción nacional”
El titular del IPA reiteró su exigencia de "una definición sobre el modelo de país que necesitan los argentinos, porque el crecimiento económico que se está manifestando sólo beneficia a sectores que no generan valor agregado, ni riquezas genuinas".
También, solicitó "alinear las buenas prácticas individuales con un plan económico general del país a favor de la producción nacional".
El informe concluyó que "la economía crece, pero con bases frágiles: el rebote se explica por el agro, el petróleo y el sistema financiero, mientras que el consumo, la industria y el empleo siguen rezagados. La inflación baja, pero no logra reactivar la demanda".
Lo que es más, las reservas del Banco Central "crecen por deuda, no por exportaciones", y la industria PyME "sigue en crisis y la recuperación aún no se siente en la mayoría de los hogares. Sin inversión productiva ni mejora del ingreso real, el escenario es de estabilización parcial".
Otros datos alarmantes
En el informe, revelaron que el empleo registrado experimentó una caída del 0,8% interanual en marzo, con una pérdida neta de 74.811 puestos, concentrada en la Administración Pública (-31.792), la industria (-18.172) y la construcción (-14.413).
Luego, señalaron que la producción industrial mostró una mejora del 8,5% interanual en abril, registrando el quinto mes consecutivo de suba, pero esto se dio sobre niveles bajos y contra una base de comparación muy deprimida. Los rubros de Químicos (-0,3%) y Metales (-7%) continúan en contracción.