Natalia Lorena Suárez, operaria del frigorífico El Federal de Quilmes, presentó una grave denuncia penal contra varios delegados del sindicato FETSICARA, liderado por Gabriel Vallejos, por amenazas de muerte y hostigamiento para obligarla a renunciar a su puesto de trabajo. Según el relato de la trabajadora, las agresiones se desencadenaron porque ella había decidido afiliarse a la Federación de la Carne, en lugar de FETSICARA.
En la denuncia —radicada el 30 de junio de 2025 en la comisaría 5ta de Quilmes bajo la carátula de amenazas— Suárez relató que esa mañana intentó reincorporarse a su puesto luego de una operación y licencia médica. Fue recibida inicialmente por su jefe, Enrique Luna, quien le indicó que debía entrevistarse con personal de seguridad. Sin embargo, cuando llegó al sector designado, fue interceptada por un grupo de delegados del sindicato FETSICARA que, según Suárez, la apretaron diciendo que debía retirarse por orden de Vallejos.
El dueño adujo amenaza sindical
En su declaración, Suárez detalla que el dueño del frigorífico, Genaro Morrone, intervino directamente y le comunicó que debía abandonar el lugar porque, de lo contrario, FETSICARA paralizaría la planta. “No me daban ninguna explicación más allá de que era una orden del sindicato”, afirma la operaria en el escrito.
Entre los sindicalistas señalados por Suárez aparecen Ariel Varela, dos delegados de apellido Batista y Misio, y otro conocido como “Pancho”, quien, según denunció, se encontraba detenido al momento de los hechos por otras amenazas a trabajadores que también se habían afiliado a la Federación de la Carne.
En su declaración, también involucró a una compañera de trabajo, Gisela Belén Romero, quien, según afirma, reforzó el mensaje intimidatorio presuntamente diciéndole: “Ya vas a ver cuando salga Pancho”.
Amenaza de muerte en la oficina
Suárez asegura que en un momento fue conducida a una oficina con el dueño, donde uno de los delegados le habría advertido de forma explícita que, si insistía en quedarse y en continuar afiliada a la Federación de la Carne, la iban a “hacer boleta”, en clara amenaza de muerte. El hostigamiento no terminó ahí: al llegar a su casa, recibió una llamada telefónica en la que, según dijo, volvió a escuchar la misma amenaza, esta vez presuntamente pronunciada por el propio “Pancho”.
La mujer fue escoltada fuera de la planta por personal de seguridad y policial y se dirigió a la Comisaría 5ta de Quilmes, donde realizó la mencionada denuncia. También pidió protección ante posibles represalias.
Una disputa gremial detrás del conflicto
El conflicto revela un trasfondo gremial: según la denuncia, los delegados de FETSICARA buscaban forzar su renuncia como represalia por haber elegido afiliarse a la Federación de la Carne, en un contexto de fuerte tensión sindical dentro del frigorífico.
Los hechos fueron caratulados como amenazas consumadas, en violación del artículo 149 bis del Código Penal, y quedaron a disposición de la fiscalía de Quilmes.
Por el momento, ni FETSICARA ni el empresario Morrone emitieron explicaciones públicas sobre el episodio. Tampoco se informó si hubo sanciones internas a los delegados involucrados.