En Tandil, donde Milei arrasó en las urnas, cerró un emblemática fábrica de cerámicos y pisos

Loimar S.A. comunicó el cierre de su planta y el despido de 40 empleados, responsabilizando al "bloqueo ilegal" del sindicalismo en 2020 y no a la crisis libertaria. Ex trabajadores consideran que se trata de una maniobra para reducir costos laborales y reabrir con nuevo personal bajo otro convenio.

Miércoles, 11 de diciembre de 2024 15:35

Loimar S.A empresa argentina con sede en Tandil que opera en la industria de la construcción produciendo ladrillos cerámicos desde hace más de 50 años, anunció el cierre de la fábrica y el despido de 40 trabajadores que aún no tienen novedades sobre el cobro de las indemnizaciones. En una ciudad donde Javier Milei obtuvo el 62,06% de los votos, en una muestra de claro apoyo masivo a su programa de gobierno, desde la empresa insólitamente señalan que la quiebra de la firma se debe al “bloqueo ilegal sin precedentes” producido en 2020 por el sindicalismo y no al brutal desplome de las ventas provocado por las políticas recesivas del Gobierno..

Ante este escenario, el Directorio tomó la decisión de parar. Hoy con reglas claras de respeto a la propiedad y un horizonte de crecimiento para 2025, Loimar S.A conserva la expectativa de poder retomar su actividad cuando el mercado se recupere y las variables económicas lo permitan”, enfatiza el comunicado firmado por la empresa, y continúa: "Loimar S.A., propietaria de la fábrica de ladrillos y pisos ubicada en el Camino a Base Aérea, comunica que el horno de ladrillos se apagó el 30 de octubre pasado, para luego hacer lo mismo con el horno de pisos, el 19 de noviembre".

Miguel Ángel Lunghi, intendente de Tandil desde hace más de 20 años, apoyó a Milei en el ballotage.

Loimar S.A se especializa en la producción de huecos cerámicos utilizados en la construcción de muros y divisiones, fabricados con arcilla y sometidos a un proceso de cocción que mejora su resistencia y durabilidad, con una fuerte impronta ambiental destacándose por la implementación de prácticas sostenibles a través de la utilización de energía limpias y el reciclado de materiales. 

“Durante el año 2020 y por 18 meses la empresa sufrió un bloqueo sindical ilegal sin precedentes”, remarca la misiva, y sintetiza: “Si bien pudo retomar su actividad en 2021, las consecuencias del mismo impidieron alcanzar los niveles de producción y venta necesarios en años posteriores”. Sobre el final, aclararon un argumento no menor: la caída de la demanda durante 2024, un precio deprimido”, y costos de producción en alza, a partir de los aumentos en las tarifas de electricidad e insumos “volvieron imposible la operación”.

A pesar de esto, según testimonios de ex trabajadores de la compañía aseguran que la familia propietaria de la empresa arrastra años de incumplimientos de derechos laborales y desmanejos económicos, como el no pago de la energía eléctrica a la Usina de Tandil.

Además, creen que este cierre es una maniobra para despedir trabajadores con antigüedad, bajar el costo laboral y reabrir con nuevos empleados bajo otro convenio.

La construcción, un rubro golpeado

Entre noviembre de 2023 y agosto de 2024, la economía argentina registró la pérdida de 126.050 puestos de trabajo, según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).  De ese total, 38.532 empleos corresponden al sector industrial, mientras que el resto se distribuyó entre la minería y la construcción.

Un informe de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) y el Centro de Economía Política (CEPA) también reveló que desaparecieron 879 empresas del sector manufacturero. Este número asciende a 2.333 firmas si se suman las vinculadas a minería y construcción.

Meses atrás, Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), señaló: “El 2024 está irremediablemente perdido”. Desde Camarco estiman una pérdida cercana a 100.000 puestos de trabajo, en un contexto donde el gobierno frenó más del 90 por ciento de las obras que tenían en ejecución.