Ola de despidos en los grandes conglomerados urbanos: echaron a 30 trabajadores de una importante empresa de energía eléctrica de Rosario

Las cesantías obedecen a la intención de la compañía de abaratar los costos laborales del área de Emergencia que posee. Busca reemplazarlos con operarios tercerizados contratados de manera eventual.
 

Viernes, 11 de julio de 2025 15:03

Los despidos laborales en la era libertaria ya son constantes en las grandes ciudades del país. En Rosario, Santa Fe, 30 trabajadores de Industrias Juan F. Secco fueron despedidos en las últimas semanas. Se trata de un grupo de empleados que forman parte de una área vital para la población: unidad de negocios Emergencias, cuya labor es reconectar la energía eléctrica ante grandes apagones, catástrofes o inundaciones.

Las cesantías se dan en el marco de un feroz recorte del “costo laboral”, dado que los propietarios de la compañía tomaron la determinación de contratar operarios de manera indirecta y con contrato eventual como reemplazo. De esa manera, busca fomentar la tercerización y precarización.

A modo de protesta, encabezaron una protesta sobre Avenida Circunvalación y Uriburu, donde el delegado, Ariel Moreno, mencionó que las personas "suelen llamarnos los bomberos de la luz, porque trabajamos en condiciones críticas cuando hay grandes cortes de energía, y restablecemos el servicio. Pero desde hace más de un mes estamos en la calle por una sucesión de despidos que se desarrolla alentada por este clima de época, la crueldad empresaria de ajustar sin miramientos sobre su principal recurso, sus trabajadores".

Hubo cinco audiencias de conciliación en el Ministerio de Trabajo, en las cuales la empresa asistió a dos y para ratificar su decisión de sostener los despidos. Para el delegado, dicha situación “preanuncia la reforma laboral que pretende el gobierno”. “Estos despidos son la antesala de eso", añadió.

Las personas que quedaron en la calle tenían  alrededor de 15 años de antigüedad. Según fuentes de la Federa, la patronal quiere reemplazarlos por "subcontratados, tercerizados, en negro, gente además que no tiene la formación indispensable para esta función que cumplen trabajadores esenciales".

En ese contexto, el delegado Moreno recordó que desde 2018 hay planes de flexibilización en Industria Juan F. Secco. Al respecto, analizó: "La tendencia es organizar el trabajo con menos personal, en todas sus unidades de negocio. Empiezan a perseguir trabajadores, pero en Emergencia hacía tiempo querían desmantelarla pero no lo hacían. Ahora dicen que no tienen trabajo, que podrían recontratarlos pero con contratos de plazo fijo, es decir llamarlos cuando haya un evento puntual. Quieren abaratar costos, con implicancia concreta en el servicio".

Un trabajo esencial

Ante la ola de despidos, la Federación de Trabajadores de la Energía Eléctrica (FETERA) señalaron que  "no nos queda otra que salir a la calle y protestar hasta que escuchen nuestro reclamo por la reincorporación de todos los trabajadores despedidos".

Gran parte de los operarios echados pertenecen al área de emergencias en Buenos Aires, y a la  de generación de energía en Ensenada, aunque también hay afectados en Rosario y otros puntos del país. La plantilla de personal de Secco cuenta alrededor de 2.000 trabajadores.

Uno de los trabajadores despedidos es Juanjo Luis, quien argumentó que “nos despidieron por organizarnos”. Sobre esto, puntualizó:  “Todo empezó con reclamos simples: no teníamos un lugar para cambiarnos ni baños. Trabajamos en la calle, a veces bajo la lluvia o el frío, y la empresa no nos daba condiciones mínimas. Luego, sumamos exigencias ambientales, como evitar derrames de gasoil, y pedidos de capacitación. A la empresa no le gustó. Con el gobierno de Milei, que les da más poder, el año pasado despidieron primero a 7 compañeros en Ensenada y ahora a 21 más, para desarmar nuestra agrupación y el sector de emergencias".

Somos los que restablecemos la luz ante cortes masivos, inundaciones o fallas técnicas. Operamos en todo el país: desde La Plata hasta El Calafate, o en pueblos olvidados como La Nueva Esperanza en Santiago del Estero, donde llevamos electricidad a comunidades aisladas. Allí nosotros dimos un servicio social elemental que es el acceso a la red de electricidad, en el medio del monte santiagueño. Pero a la empresa no le interesa lo social, sino los contratos con el Estado. Además, al despedirnos, quieren eliminar cualquier voz crítica. Somos trabajadores calificados: técnicos electricistas, mecánicos, electrónicos. Nos capacitamos por nuestra cuenta porque la empresa no lo hizo”, repasó Luis.

La crueldad de la empresa es tal que los despidos sobrevinieron de manera paulatina pero firme sin causa. Es más, hubo oferta de retiros voluntarios, y ahora la empresa intima a los cesanteados a que accedan a cobrar su indemnización.

Sin embargo, el ex empleado valoró que  "los compañeros no aceptaron los retiros antes, y tampoco la indemnización ahora”. “Lo que quieren es su puesto de trabajo, quieren trabajar".

De dudosa reputación

La compañía está enfocada en diversas ramas, dado que opera en electricidad, extracción de litio, compresión de gas y alquiler de maquinarias. Además, posee presencia en Chile, Uruguay, Brasil, Vaca Muerta y opera ganancias millonarias. Una de sus principales fuentes es la firma santafesina. 

No obstante, posee un pasado oscuro, sobre todo en los ´90, cuando pegó el salto al calor de los contratos con Nación. De hecho, su dueño, Jorge Balan mantenía una estrecha relación con el funcionario Alberto Kohan.

El propietario está involucrado con personas y hechos de dudosa reputación: apareció mencionado en la causa Cuadernos, supo tener amistad y sociedad con Roberto Gazze, uno de los jerarcas del grupo Vicentin SAIC, procesado por estafas y malversación de fondos. A la vez, Balan cuenta con una causa abierta en Uruguay por lavado de dinero.
 

TEMAS DE NOTA