Desde hace un mes, los 700 empleados de la empresa Lácteos Verónica mantienen una retención de tareas que ya alcanza las ochos horas por turno, ante la falta de pago de los salarios y el conflicto parece no encontrar salida.
En la actualidad, la compañía le debe a los operarios el 7,8% del sueldo de abril y la totalidad de mayo, lo que hace que la situación económica de los trabajadores sea verdaderamente complicada al no contar con ingresos.
Precisamente, afectan a las personas que realizan sus labores en las plantas de Clason, Lehmann y Suardi, provincia de Santa Fe, además de la distribución. En tanto, las autoridades de la empresa todavía no encuentran respuestas concretas sobre los plazos de reactivación, cancelaciones de deudas y un reordenamiento orientado a poder recuperar materia prima y así poder poner en marcha las líneas de producción.
Los intentos de mediación de la Secretaría de Trabajo de la Nación y las autoridades provinciales no llegaron a buen puerto. De hecho, las audiencias terminaban en simples exhortaciones al diálogo, mientras la incertidumbre crece a los empleados.
Si bien en los últimos años el proceso promedió los 700 mil litros diarios, ahora el movimiento de leche cruda es mínimo y ocasional, como sucediera una semana atrás para la producción de leche fluida larga vida: no rompe el techo de los 200 mil.
Rodolfo Rodríguez, uno de los operarios, describió: “La fábrica está prácticamente vacía. Ya casi no hay productores que lleven leche. Nosotros seguimos con la retención de crédito laboral de ocho horas, pero así fuese de cuatro es lo mismo, porque no hay nada para hacer”. “Vamos al puesto de trabajo, pero ya ni van los jerárquicos y no hay gente que te dé respuestas”, completó.
Una cadena de pagos cortada
La situación financiera de Verónica también fue impactada por el momento que atraviesan los tambos remitentes, que tienen una cifra de 1.500 millones de pesos acumulados en cheques rechazados, con lo cual se imposibilita la continuidad de los vínculos de suministro. Se agrega –además– la deuda visible con diferentes entidades financieras de casi ocho mil millones de pesos que registra el Banco Central de la República Argentina.
En ese contexto, autoridades de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina trasladaron del Ministerio de Trabajo de Santa Fe a la Secretaría de Trabajo de la Nación el espacio de diálogo entre las partes, sin lograr avances ni otras reuniones después de los primeros dos encuentros.
Precisamente, en un dictamen de esa cartera es que se manifiesta “exhortar a los actores intervinientes en autos a que busquen canales adecuados de diálogo y extremen sus compromisos a los fines de acercar posiciones y superar el conflicto denunciado en el marco de la autonomía colectiva”. Esto implicó una nueva desilusión de parte de los operarios porque esperaban que el tema avance dentro de los mecanismos formales.
¿Buscando una salida?
Durante los últimos días, trascendió que los titulares de la empresa habrían estado la semana anterior en Agroactiva, donde supuestamente llevaron a cabo una reunión con funcionarios del Banco de Santa Fe, intentando gestionar un crédito para mejorar las condiciones económicas vigentes, que apremian a la láctea. Esto se habría dado luego de la visita de uno de los integrantes de la familia Espiñeira a la planta de Clason, donde no hubo manifestación alguna sobre la situación, con lo cual se generaron más incógnitas en medio de todo este detalle.