A la espera que se defina la forma en que será detenida Cristina Fernández de Kirchner, el Partido Justicialista (PJ) se reúne con los distintos sectores del movimiento nacional, para consensuar la postura, no sólo de la condena, sino de las acciones para repudiar la situación. Además, se busca acordar una forma de evitar cualquier tipo de humillación o escarnio contra la ex presidenta, acompañándola cuando se presente ante los jueces y busque la prisión domiciliaria. En este camino, el martes será el turno de la CGT, que en la previa emitió un documento pero luego del fallo de la Corte Suprema no se pronunció oficialmente. En esa espera, ya se confirmó que no hará paro, sí una movilización.
En ese contexto, sindicatos de la central que tienen líderes cercanos al kirchnerismo presionan al resto de la conducción deña CGT, más distanciada de la ex presidenta, para adoptar medidas de fuerza en rechazo a la condena. Pero la dirigencia, cuentan las versiones, descarta un paro general, y propone ser parte de una hipotética movilización cuando se presente ante la ley CFK.
En la CGT insisten en la idea de que "no hay clima" en la sociedad para acompañar un paro general, y temen poca adhesión en caso de que no se sumen los gremios del transporte. En cambio, la central había prometido aportar su importante capacidad de movilización para un acto, en caso de que se organizara. En principio, advertían que movilizarían si la justicia amaga con enviar a Cristina a una cárcel común o por algún tipo de situación humillante. Por eso quedó convocada para el martes, un rato antes de que lleguen los gobernadores.
En espera
Hasta el martes, el PJ espera recibir a todos los actores, sabiendo de antemano la postura de la CTT. La amenaza más concreta de confrontación ante la condena quedará entonces en cabeza de los sindicatos fabriles enrolados en la confederación del rubro, la CSIRA. La conducen Ricardo Pignanelli (SMATA) junto a su segundo y diputado nacional, Mario Manrique, y Abel Furlán, de la UOM. Son los que capitanean desde ayer la presión para una agudización del conflicto por parte de la CGT y que, en un escenario de corrimiento de la central, evaluarán actuar por su parte.
A 24 horas del fallo contra CFK, la CGT optó por intentar un delicado equilibrio. Sin chances de desentenderse de la suerte de la ex mandataria, con medio centenar de sindicatos que acudió a la sede del PJ para aguardar junto a CFK la difusión de la sentencia, la cúpula también resolvió mantener intactos sus puentes con el máximo tribunal. La confirmación de la condena a Cristina Kirchner por seis años de prisión e inhabilitación perpetua a ocupar cargos públicos dejó a la dirigencia peronista en estado de movilización.
Reunión con las CTA
En tanto, en este contexto las dos fracciones de la CTA concurrirán hoy viernes 13 de junio a una reunión en la sede nacional del PJ, en el marco de las deliberaciones que se vienen dando las organizaciones del campo nacional y popular frente a la proscripción de CFK. Ambas centrales ya han expresado su “enérgico rechazo al fallo de la Corte Suprema de Justicia que actúa como brazo ejecutor de los poderes fácticos para disciplinar y eliminar políticamente a quienes defienden a los sectores populares”.
Por ello, concurrirán a la reunión “ratificando su voluntad de participar de las acciones y movilizaciones que garanticen la masividad necesaria para que el pueblo argentino pueda expresar su apoyo a Cristina y enfrentar este ataque a la democracia perpetrado por los mismos que entregan la soberanía y hambrean a la población”.