Trabajadores de la compañía Bed Time, dedicada en la fabricación de colchones y sommiers, protagonizaron el bloqueo del acceso al depósito ubicado en la localidad bonaerense de Tortuguitas con el objetivo de exigir la reincorporación de 16 empleados que fueron despedidos, al tiempo que se declararon en asamblea permanente, en un contexto que parece agravarse con las versiones que indicarn que las autoridades de la empresa planean efectuar otras 35 cesantías.
El argumento de la patronal se centra en una supuesta disminución de la demanda, la cual fue objetada por los manifestantes, quienes señalaron que ya intentó, en lo que va del año, maniobras como suspensiones y adelantamiento de vacaciones.
Mediante un comunicado, los operarios dieron cuenta de que “estamos pasando la noche en los portones del depósito” y salieron al cruce de los propietarios de la firma al recalcar que “no existe la crisis que la empresa inventa para justificar los despidos”. En ese sentido, profundizaron que “no hay baja en las ventas ni falta de trabajo”.
Le medida de fuerza tuvo un importante impacto en la planta de Pacheco, dado que quedó paralizada debido a que los obreros también se sumaron al reclamo por la reincorporación de sus compañeros
El conflicto tomó temperatura porque, durante la jornada del miércoles, los trabajadores denunciaron amedrentamiento por parte de efectivos policiales, tanto del Municipio de Malvinas Argentinas como del Comando provincial.
Al respecto, revelaron que los uniformados “nos tiraron los patrulleros encima de forma innecesaria, cuando lo único que pedimos es defender nuestros puestos de trabajo y el ingreso para nuestras familias”.
El recorte lo pagan los trabajadores
Lamentablemente, lo que sucede en Bed Time no es algo extraordinario, sino que ya cuentan con un antecedente. A propósito, los empleados recordaron que, años atrás, los responsables de la firma buscaron reducir la totalidad del personal a la mitad y abonar solamente el 60% de los salarios a quienes permanecieran activos. En la actualidad, apuntan que la compañía busca ejecutar un plan de ajuste donde la variable sea la clase trabajadora.
En un contexto de creciente tensión laboral en distintos sectores industriales, con sindicatos que advierten por un incremento en los despidos y suspensiones, el caso BedTime se convierte en otro capítulo de la pulseada entre trabajadores, empresas y gobierno.
Asimismo, trascendió que se produjeron dos audiencias, donde la empresa fue, de ofrecer el 50 % de la indemnización, a ofrecer el 100 % en cómodas cuotas. Sin embargo, los trabajadores y la comisión interna se mantuvieron firmes en la defensa de los puestos de trabajo.
La empresa
Según su página de internet oficial, la compañía nació a mediados del siglo pasado con la llegada de una familia de inmigrantes que comenzó a fabricar colchones de forma artesanal. A partir de ese momento, sostuvieron, “el compromiso con la calidad y el confort impulsó un rápido crecimiento, que los llevó a construir su propia fábrica”.
“Desde el inicio, su objetivo fue claro: aplicar tecnología de clase mundial a gran escala para destacarse en un mercado competitivo”, mencionaron.