Como hicieron los trabajadores de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), los pilotos argentinos rechazaron los cambios realizados por la gestión libertaria en el sector aerocomercial. Mediante un comunicado, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) lanzó duras críticas contra la nueva reglamentación impuesta que “flexibiliza los tiempos de vuelo, descanso y vacaciones para tripulantes de cabina y pilotos”. El gremio no solo repudió el contenido del decreto, sino también el proceso con el que fue elaborado, al que calificaron como “improvisado” y “riesgoso”.
APLA denunció que la normativa fue implementada “sin respetar los principios básicos de seguridad operacional, ni realizar los estudios científicos y análisis de riesgos requeridos”. “Esta medida improvisada fue impulsada sin el debido cumplimiento de los principios básicos de gestión de la seguridad operacional, ignorando así: análisis de riesgos, estudios científicos y las condiciones reales del entorno operativo nacional”, sostuvieron.
El sindicato adelantó que impulsará acciones gremiales y presentaciones en organismos internacionales para frenar la medida. Enfatizaron que los cambios “incrementan la fatiga y comprometen directamente la seguridad de las operaciones aéreas y de las personas”.
Responsable
Además, apuntaron directamente a los funcionarios responsables: el secretario de Transporte, Luis Pierrini, y el subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Gómez. “Ambos serán responsables de los posibles incidentes y accidentes derivados de esta normativa, que ataca al eslabón más importante del sistema de seguridad: el factor humano”, remarcaron desde APLA. “El principio rector de la aviación debe ser la seguridad, no una variable subordinada a decisiones políticas o recortes presupuestarios”, sentenciaron.
Uno de los cambios más controvertidos de la nueva normativa es la eliminación de la obligación de contratar personal argentino para vuelos comerciales, tanto nacionales como internacionales. Este apartado generó preocupación en los gremios aeronáuticos, que lo interpretan como una vía para avanzar en la extranjerización del trabajo aeronáutico, con impacto directo sobre el empleo local.
Detalles de los cambios
La nueva reglamentación fija un tope máximo de mil horas anuales y 120 horas mensuales para los pilotos. También detalla los límites de servicio según la cantidad de tripulantes a bordo y los horarios de vuelo: Con dotación mínima, no se podrá superar 8 horas de vuelo entre 00.00 y 4.59 o entre 20.00 y 23.59; 9 horas entre 5.00 y 19.59; con tres pilotos, el tope será de 13 horas, salvo excepciones; y con cuatro pilotos, se podrá volar hasta 17 horas. Si se cumplen ciertos requisitos de descanso (como contar con asientos reclinables o áreas separadas para el reposo), los máximos se pueden extender hasta 17 o 19 horas, dependiendo de la dotación.
El decreto establece que el descanso mínimo deberá ser igual a la duración del servicio previo, con un piso obligatorio de 10 horas consecutivas. Además: Cada tripulante deberá contar con al menos 30 horas de descanso por cada 168 horas consecutivas; las vacaciones anuales mínimas serán de 15 días consecutivos, de cumplimiento obligatorio. Para el personal de cabina, el tiempo máximo de servicio no podrá superar las 14 horas, aunque podrá extenderse a: 16 horas si se incorpora un tripulante adicional; 18 horas si se incorporan dos. En todos los casos, el descanso posterior deberá ser de al menos 10 horas consecutivas. Si se exceden los tiempos permitidos, se exigirá un descanso compensatorio igual o mayor al exceso.