Petroquímica Río Tercero ratificó este fin de semana unos 120 despidos, lo que generó un fuerte conflicto que tiene un fuerte impacto en esa localidad cordobesa. Ante el avance de las cesantías, la firma se encuentra virtualmente militarizada, y muchos trabajadores resisten dentro de la planta. “Es devastadora la situación. Esta fábrica ya había ejecutado 140 despidos en octubre del año pasado, lo que hace un total de más de 250 despidos en los últimos meses. Un desastre para Río Tercero”, sostuvo al respecto Lucas Felici, secretario gremial del Sindicato Químico y Petroquímicos.
La nueva crisis en la empresa química comenzó en la madrugada de este lunes, cuando la fábrica fue militarizada para facilitar los despidos masivos, que afectan tanto a afiliados del gremio como a trabajadores jerárquicos. Los empleados se encuentran en huelga y algunos están encerrados dentro de la planta, mientras que otros no pueden ingresar. Felici agregó: "Estamos bajo el derecho de huelga, sin entender por qué se están realizando despidos sin previa comunicación".
La situación se agrava debido a que la empresa no ha cumplido con acuerdos previos y ha roto procedimientos preventivos de crisis ante el Ministerio de Trabajo de Córdoba. "No nos han pagado el salario de junio, por lo cual estamos en huelga", afirmó Felici. "En este caso aparentemente hay una venta de detrás o alguna situación empresarial. Han incumplido, tenían fecha para hoy, pero nosotros habíamos denunciado un lockout patronal desde la semana pasada que estaban vaciando los tanques y habían mandado parar la producción", afirmó el delegado gremial.
Paro total
El sindicato declaró un paro total de actividades, afectando no solo a la petroquímica, sino también a otras empresas del polo químico. "Estamos hablando de una masacre laboral en Río Tercero", enfatizó Felici, quien solicitó la intervención del municipio y del gobierno provincial ante esta crisis. En una población de 45 mil habitantes, se han registrado unos 300 despidos directos desde octubre. Felici concluyó: "Esto es un problema social y de la economía regional".
Además, el sindicato químico y petroquímico de Río Tercero anunció un paro total de actividades, bloqueando el acceso a la planta de Atanor, que se encuentra en una situación económica diferente y está planificando inversiones importantes.
Impacto negativo
Por su parte, el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, confirmó que "no cierra la empresa, pero sí hablan de una reestructuración", aunque no pudo especificar el número exacto de despidos. Ferrer expresó su preocupación por el impacto que esto tendrá en las familias afectadas, señalando que "la verdad que la empresa no hizo pública la información en ningún momento" y que "es una situación muy delicada". Y luego describió el impacto de la medida: “Nos ha afectado mucho la primera tanda de despidos, se ha notado en el consumo, en los movimientos de la ciudad y en las propias familias de las personas que trabajaban en la fábrica. Y ahora esto se repite”.
El intendente subrayó que "Atanor no está en la misma situación" que la petroquímica en crisis y que "tiene que sacar su producción". Ferrer indicó que se comunicará con el Poder Judicial y la Policía para desbloquear el acceso a Atanor. "Las medidas con el resto del polo químico no tienen sentido, no tienen justificación", agregó.