La profunda recesión que atraviesa la Argentina está dejando un tendal de consecuencias en el comercio minorista y mayorista. En la segunda mitad de 2025, los niveles de facturación de los supermercados alcanzan pisos históricos, arrastrados por el derrumbe del poder adquisitivo de los trabajadores y el desplome del consumo.
Cencosud cierra locales en distintas provincias
En ese contexto, la cadena Cencosud —uno de los principales grupos del sector, dueño de marcas como Vea, Jumbo, Disco y Easy— decidió cerrar al menos cuatro sucursales de Vea en distintos puntos del país.
Según confirmaron fuentes del sector, las bajas se produjeron en Castelar, Hurlingham y Moreno (provincia de Buenos Aires), San Martín (Catamarca) y Villa Krause (San Juan). En total, más de 100 trabajadores quedaron sin tareas, con reubicaciones forzadas o despidos encubiertos mediante indemnizaciones.
El Conurbano, epicentro del ajuste
El caso de Castelar, en el oeste del Gran Buenos Aires, fue uno de los más resonantes. La sucursal ubicada sobre Estanislao Zeballos 3154 cerró sus puertas de manera repentina.
Situaciones similares se repitieron en Hurlingham (Av. Gobernador Vergara 3275) y Moreno, donde la decisión empresarial generó incertidumbre y malestar entre los trabajadores, que denunciaron la falta de diálogo y acompañamiento gremial.
Esos cierres representaron más de 80 trabajadores cesanteados, de los cuales una parte cobró la indemnización completa y otra parte aceptó seguir trabajando en el grupo empresario, que los reubicará.
“Por ahora se pudo resolver sin conflicto sindical. De todos modos, el panorama es muy desalentador: nosotros tenemos a los cajeros entre nuestros afiliados en el gremio y tenemos en claro que la facturación bajó mucho por la caída estrepitosa de consumo”, reflexionó Hugo Pintos, tesorero del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines de Zona Oeste (SEOCA), en diálogo con medios locales.
Caída de ventas y consumo en picada
Desde fuentes del gremio de Comercio en distintas seccionales del GBA indicaron que “la caída de ventas en el sector ronda el 30% en promedio”, y que los cierres “responden a una reestructuración orientada a concentrar operaciones en las sucursales más rentables”.
A nivel local, un informe de la Secretaría de Producción de La Matanza confirmó que en el rubro Almacén las ventas se desplomaron 21% el último mes, reflejando la contracción del consumo popular.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) también advirtió sobre un “deterioro dramático del poder adquisitivo de los hogares”, que derivó en una caída de la facturación de los supermercados del 7,4% desde la asunción de Javier Milei.
Salarios por detrás de la inflación
El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) puso en números la pérdida del poder de compra: en los 22 meses de gestión libertaria, el salario mínimo aumentó 120% y la jubilación mínima un 153%, mientras que la Canasta de Alimentos se incrementó 184% y la Canasta Básica Total subió 200,6%.
Reestructuración interna y competencia por Carrefour
Fuentes vinculadas a la empresa explicaron que el cierre de locales responde a una reestructuración interna para “optimizar recursos” y “ajustar operaciones” ante la caída del consumo.
No obstante, en el sector señalan que Cencosud busca además ordenar sus cuentas de cara a la competencia por la compra de la operación de Carrefour en Argentina, motivo que habría acelerado el cierre de sucursales con baja rentabilidad.
Incertidumbre y reclamos de los trabajadores
Mientras tanto, los trabajadores afectados atraviesan una situación de alta incertidumbre. En algunos casos fueron reubicados en otras tiendas del grupo, pero muchos otros fueron desvinculados o esperan respuestas sobre su futuro laboral.
La ola de cierres en supermercados del Conurbano bonaerense refleja con crudeza el impacto del ajuste y la recesión sobre el empleo registrado. En los últimos meses, los gremios advierten que la “motosierra” económica también corta en los grandes grupos empresarios, que trasladan sus pérdidas al eslabón más débil: los trabajadores.