El Sindicato de Trabajadores de la Industria del Gas (STIGAS) Capital y Gran Buenos Aires, emitió un fuerte comunicado denunciando el impacto del aumento del transporte en el poder adquisitivo de los trabajadores. Bajo el título “La odisea de los viáticos”, el gremio advirtió que viajar se volvió cada vez más caro y que los incrementos en boletos de colectivo, subte y tren superan con creces la inflación acumulada.
Según el sindicato, la quita de subsidios impulsada por el gobierno de Javier Milei generó un incremento en el transporte muy por encima del alza general de precios. “En los últimos 19 meses, la inflación fue del 214%, pero el transporte subió mucho más”, señala el texto.
Aumentos que pulverizan el bolsillo
El comunicado detalla que, en ese período, el boleto de colectivo pasó de $52,96 a $506,39, el subte de $80 a $1.031 y el tren de $11,57 a $280. “¡Sí, leíste bien! Increíble, tremendo aumento”, enfatiza el gremio, subrayando que estos incrementos “afectan directamente el poder adquisitivo del salario”.
De acuerdo con sus cálculos, el promedio diario que un trabajador debe destinar para viajar ronda los $3.600, una cifra que, multiplicada por los días laborales del mes, representa una porción significativa del ingreso.
Reclamo a las empresas del sector
La conducción de STIGAS apuntó directamente contra las empresas Metrogas, Naturgy y las firmas tercerizadas del sector, a las que les reclamó no permanecer indiferentes ante esta situación. “Es una obligación moral de las empresas resolver esta anormalidad tan perjudicial, sobre todo cuando han obtenido una ampliación enorme de la propiedad de la concesión”, señalaron.
El sindicato advirtió que los incrementos en transporte no pueden ser absorbidos por los trabajadores sin un reconocimiento en los viáticos o sin una política de compensación salarial. “No se trata de un gasto menor: es un recorte encubierto del salario real, que se siente todos los días en el bolsillo”, remarcaron.
El trasfondo: la quita de subsidios
La suba acelerada de las tarifas de transporte se enmarca en la decisión del gobierno nacional de reducir o eliminar subsidios, con el argumento de recortar el déficit fiscal. Sin embargo, para el sindicato, esta política se traduce en un traslado directo de costos a los usuarios y en un golpe al poder adquisitivo que afecta tanto a trabajadores registrados como informales.
STIGAS dejó en claro que seguirá monitoreando el impacto de estas medidas y que reclamará soluciones urgentes, advirtiendo que el deterioro salarial en el sector ya es insostenible.