La crisis de NRG Argentina sacude al corazón operativo de Vaca Muerta, pero también al gabinete nacional. La firma, principal proveedora de arena para la fractura hidráulica, pidió el concurso preventivo de acreedores, dejó a más de 340 trabajadores en la calle y acumula graves denuncias judiciales. En el centro del escándalo aparece el nombre de María Tettamanti, actual secretaria de Energía de la Nación y ex CEO de la empresa.
Concurso de acreedores y despidos masivos
El pedido de concurso fue ingresado en el Juzgado Comercial N°30 de la Ciudad de Buenos Aires, luego de “más de tres años de grandes esfuerzos para sostener la operación enfrentando múltiples dificultades”, según un comunicado oficial. Sin embargo, la realidad muestra una situación crítica: NRG despidió a más de 180 operarios en noviembre y a otros 164 choferes recientemente, todos sin cobrar sus indemnizaciones. Además, se registraron 177 cheques rechazados, reflejo de su colapso financiero.
Tettamanti: de CEO de NRG al gobierno nacional
Tettamanti dirigió NRG hasta el mismo momento de asumir como funcionaria del gobierno de Javier Milei a fines de 2024. Bajo su gestión, la empresa consolidó contratos estratégicos y creció en el negocio del fracking, pero también dejó una estela de deudas, denuncias y conflictos laborales. Hoy, su rol en el Estado mientras su ex empresa colapsa plantea un grave conflicto de interés.
Según revelaciones periodísticas, NRG es investigada por lavado de activos. La causa alcanza a sus propietarios, César Guercio y Damián Strier, y pone bajo sospecha el modelo de crecimiento de la firma.
Malestar sindical y reclamos de explicaciones
En el ámbito gremial, el caso genera indignación. “Es inadmisible que una funcionaria de ese nivel no dé explicaciones sobre el vaciamiento que dejó atrás. Que mire a los despedidos a los ojos”, señaló un dirigente sindical del transporte vinculado al sector petrolero.
Los trabajadores siguen esperando respuestas. Mientras tanto, el silencio oficial profundiza la bronca.
Fracking con arena y desigualdad estructural
La caída de NRG refleja también un escenario de fuertes asimetrías dentro de la cadena de valor de Vaca Muerta. Aunque la actividad genera ingresos millonarios, la distribución de esos recursos es desigual. El negocio de la arena está en manos de cinco empresas: tres nacionales (NRG, CDE e YPF) y dos multinacionales (Halliburton y SLB). Las grandes firmas resisten, las medianas y pequeñas no.
“Como en la vida real, el grande se come al chico”, resumió con crudeza un trabajador afectado.
Un modelo económico que deja a los trabajadores atrás
La situación de NRG no es aislada. El caso guarda similitudes con Los Grobo, Agrofina, Los Surcos y Aconcagua Energía, empresas que también enfrentan colapsos por el peso de su endeudamiento y la falta de respaldo productivo. La semana pasada, Aconcagua suspendió una emisión de deuda por USD 250 millones en la Bolsa de Nueva York.
“Esto demuestra los límites del modelo Milei, que apuesta a que todo se resuelva en el mercado de capitales, mientras se desmorona la producción real”, advirtió un consultor energético.
Una fractura que no es solo geológica
Para los trabajadores despedidos, la situación es clara: la arena con la que se fractura la roca también fractura sus vidas. Y mientras el ajuste cae sobre sus espaldas, quienes dirigieron el negocio —como Tettamanti— siguen en sus cargos sin rendir cuentas.