Con la agenda mediática cooptada por el escándalo de las supuestas coimas y los cierres de campaña en la provincia de Buenos Aires, los problemas de la llamada economía real parecen alejados de las primeras planas. El deterioro de la macroeconomía, con un dólar que amenaza con romper el techo de la banda, parece romper esta tendencia, pero el tema sigue lejos de lo que podría llamarse “la agenda de la gente”. Una de estas cuestiones “escondidas” es el poder de compra de los salarios, que sufre los vaivenes del modelo libertario, y pese a los esfuerzos para intentar revertir los efectos de la suba de precios, se mantiene en zona de baja. En parte es por la estrategia de la Secretaría de Trabajo, que mantiene la presión sobre las negociaciones paritarias, en especial aquellas que están por encima de los incrementos mensuales del 1-2 por ciento, niveles aceptados por el Ministerio de Economía. En este contexto, un reciente informe aseguró que en el mes de agosto es “muy probable” que los salarios vuelvan a perder con la inflación.
Es que la suba promedio alcanzada por los distintos gremios alcanzó el 1,9 por ciento, mientras que todas las proyecciones hablan de un aumento del IPC por arriba de los dos puntos. Esto, profundiza la tendencia negativa de los ingresos, y pone en alerta a los gremios. Este mes, varios acuerdos sumarán nuevas cuotas, que se espera puedan mitigar en parte esta realidad.
Un reciente informe de la consultora Ecolatina adelantó que en el mes de agosto los salarios creciendo 1,9 por ciento, y según su proyección “volvería a quedar debajo del IPC”. “El promedio de cuota de aumentos del mes de agosto se ubicó en 1,9 por ciento, levemente por encima del 1,6 por ciento de julio, pero todavía por debajo de la inflación proyectada por las consultoras privadas”, destacó el reporte, al que tuvo acceso Data Gremial.
La inflación que están anunciando las consultoras privadas tiene como base ese 1,9 por ciento, y alcanza en algunos casos el 2,4 por ciento. Este repunte de los ingresos, agregó Ecolatina, “si bien corta la desaceleración del mes anterior, no alcanza para compensar la aceleración de precios, por lo que los salarios seguirían perdiendo frente al IPC”. Así, “tras dos meses en los que los ingresos habían logrado ganarle a la inflación, julio y agosto consolidarían un nuevo período de deterioro en la relación precios-salarios”. Esta tendencia podría empeorar si la presión sobre el dólar sigue aumentando, y se producen movimientos por fuera de la banda cambiaria, según estiman los analistas. Tal vez por eso el gobierno nacional intervino esta semana, una medida muy alejada del discurso de campaña del presidente Javier Milei.
En este contexto de nuevo deterioro del ingreso de los trabajadores, los gremios plantean estrategias diversas, teniendo el condicionamiento de la estrategia de la cartera que conduce Julio Cordero, que deja sin homologar acuerdos salariales que se escapen de la pauta libertaria. Por eso Ecolatina completó su reporte con un relevamiento de los principales convenios salariales.
“Esa dinámica de aumentos para el conjunto general de acuerdos relevados, se ve algo más contenida entre los grandes gremios, donde se incluyen también gremios que vienen muy rezagados como los estatales o aquellos gremios que dependen indirectamente del gasto público vía subsidios”, resaltó el trabajo. Con diferentes períodos de acuerdo, insistieron, “en general muestran una velocidad de aumentos mensuales que oscila entre 1 y 2 por ciento, y con gremios que vienen corriendo, en la parte remunerativa de los acuerdos, claramente por debajo de la inflación”. Por las restricciones oficiales a la homologación de acuerdos, recordó, “las sumas no remunerativas se han vuelto un complemento esencial en el ingreso”.
Discusiones
Con estos números sobre la mesa, se espera que en estos días los gremios comiencen a presionar para que se abran nuevas instancias de discusiones salariales. Sin las famosas cláusulas gatillo en vigencia –un instrumento que se utilizó mucho en los años anteriores –la posibilidad de actualizar cada mes es la única para evitar estos saltos en la pérdida del poder adquisitivo.
Uno de los primeros en llamar a la renegociación fue Hugo Moyano, que pese a tener un acuerdo firmado hay descontento con los niveles de ingresos, y pide volver a sentarse con las empresas, bajo el argumento de que la inflación “superó las proyecciones y deterioró el poder adquisitivo de los trabajadores”.
Algo similar sucede en el sector metalúrgico, que mantiene una pulseada muy tensa con las empresas, en especial las siderúrgicas, por el acuerdo de este año.
Uno de los problemas que hay es que al inicio de la gestión de Milei, la devaluación “pulverizó el poder adquisitivo de los salarios”, que según el Centro CIFRA “no ha logrado recuperar el nivel previo al profundo deterioro. En una comparación de mediano plazo, realizado por la entidad de la CTA de los trabajadores, el salario registrado privado “resulta 23,3 por ciento inferior al de noviembre de 2015, mientras que el salario del sector público es 37,9 por ciento más bajo que en ese mismo mes”. Otras fuentes de ingresos también presentan retrocesos.
En particular, “se destaca el bajo nivel actual de los haberes previsionales y la fuerte trayectoria negativa que vienen exhibiendo en los últimos años: en julio de 2025 el poder de compra de la jubilación mínima fue 44,8 por ciento inferior al de noviembre de 2015”.
Mejoras
Con este nuevo retroceso a confirmarse en breve –el IPC de agosto se conocerá el próximo 10 de septiembre –los acuerdos ya firmados quedan en una especie de limbo, ya que mejoran los ingresos en un contexto que ya no existe. Aunque también las mejoras permiten pelear de mejor manera contra este contexto de retroceso. Lo cierto es que muchos sectores tienen acordados aumentos para este mes, que no comprenden esta nueva realidad.
La excepción la constituyen gremios como Bancarios (que este mes llevarán su básico a .895.421 pesos), que ajustan por inflación, y petroleros, Seguros y Sanidad, que lograron acuerdos más cercanos a la dinámica de precios. En contraste, gremios masivos como Camioneros y Comercio cerraron incremento que recurrieron a sumas no remunerativas para sortear el techo que busca imponer el gobierno.
Los que mejorarán sus ingresos este mes son varios sectores, con dinámicas distintas. Estatales de la provincia de Buenos Aires cobrarán un aumento del 2,5 por ciento sobre los haberes de julio, más un 7,5 por ciento en viáticos, por lo cual podrían escapar de esta realidad. En tanto, la construcción (UOCRA) aplica un 1,1 por ciento de incremento sobre los básicos de julio. Empleadas domésticas percibirán un 1 por ciento de aumento y la última cuota de un bono no remunerativo (de 4 mil a 9.500 pesos según las horas). Por su parte, los metalúrgicos de la UOM recibirán un 1 por ciento correspondiente a agosto más 25 mil pesos no remunerativos. Así, el ingreso mínimo global de referencias se ubica en 909.114 pesos. Los camioneros de Hugo Moyano cobrarán un 1 por ciento de agosto más una suma no remunerativa de 45 mil pesos, mientras que FATSA acordó un 1,9 por ciento sobre básicos más una suma fija no remunerativa de 60 mil pesos.