En conferencia de prensa, el jefe de Gabinete Manuel Adorni presentó los lineamientos generales a los que llegó el Consejo d Mayo de en sus encuentros. El espacio tripartito discutió y estableció 10 lineamientos básicos para “reimpulsar el funcionamiento del país”, muchos de ellos incorporados a la reforma laboral, que en breve será presentada en el Congreso. En el último encuentro, no estuvo el representante de la CGT, que decidió deja esa silla vacía para que no se interprete como alguna forma de apoyo o consenso a la iniciativa libertaria. De esta forma, está todo listo para que los cambios en materia laboral sean discutidos entre los legisladores, bajo el argumento de “la modernización” del mercado del trabajo.
Ante esto, y las centrales obreras preparan distintas medidas para rechazar esta iniciativa, que se viene anunciando prácticamente luego del gran triunfo en las elecciones legislativas nacionales de este año. La dirigencia, que primero fue cauta respecto del contenido de la reforma, después marcó sus diferencias, ya que la mayoría de los ítems están de alguna manera vinculados al DNU 70 y la Ley Bases, cuyos artículos la justicia suspendió en varios fallos por inconstitucionales. En este contexto, se espera que aumente la presión contra gobernadores para que los diputados y senadores no den los votos necesarios para que avance lo que se considera “una reforma regresiva”.
El paquete de iniciativas que componen la reforma laboral que prepara el Ejecutivo será enviado al Congreso para su tratamiento entre el 10 y el 30 de diciembre. Allí se abordarán, además de la reforma laboral, la Ley de Glaciares, el Presupuesto 2026, el proyecto de Inocencia Fiscal y el esquema para blindar el equilibrio fiscal. La estrategia sindical para frenar la reforma se comenzó a desplegar en estas semanas, y ahora deberá corporizarse, para evitar que la andanada libertaria termine por aprobar los cambios.
En este camino, la conducción de la CGT convocó para este jueves 11 de diciembre, a las 12 horas, a su Consejo Directivo en la sede de Azopardo, para que todos los miembros de la conducción nacional debatan junto al triunvirato los pasos a seguir. Según se informó, el encuentro tendrá como eje central “el análisis del contexto social, laboral y económico que atraviesa el país en un cierre de año marcado por tensiones salariales, conflictos sectoriales y una agenda legislativa cargada de reformas”. Además, la conducción sindical tratará asuntos internos relacionados con el funcionamiento de la CGT, en un momento donde diferentes sectores de la central buscan unificar posiciones frente a la estrategia política y gremial de cara a las próximas semanas.
La reunión de este jueves podría definir la postura oficial de la central obrera frente a las iniciativas legislativas impulsadas por el Gobierno nacional. En tanto, las dos fracciones de la CTA se preparan para acompañar alguna de las posturas, pero teniendo agenda propia. “La CTA siempre estuvo preocupada por el tema de la reforma laboral regresiva, hizo campaña en contra de esto por las situaciones negativas que generan estos avances contra los trabajadores y sus derechos”, recalcó Pedro Wasiejko, dirigente de la CTA de los Trabajadores. Ante la consulta de Data Gremial, el referente adelantó que la central “mantendrá esa línea, coordinando con otros sectores como prioridad”.
En concreto, la idea es “tener una base lo más amplia que se pueda para poder rechazar todos los cambios regresivos”. En paralelo con esto, la central le encargó a la Federación de Trabajadores de la Energía, Industria, Servicios y Afines (FeTIA) –cuyo titular es Wasiejko –que elabore propuestas alternativas para generar “una reforma positiva”. “Vamos a fomentar la participación de los trabajadores en las Ganancias, en los Directorios de las empresas, Comités de Seguridad e Higiene, además de un planteo de la reducción de la jornada laboral a partir de la separación por franjas etarias para potenciar la productividad, entre otras cuestiones”, adelantó el dirigente de la CTA de los Trabajadores.
Jornada de concientización
En estos días, a la espera del proyecto oficial, los distintos sectores gremiales comenzaron a analizar las consecuencias de las posibles medidas, que circulaban como versiones, tanto extraoficiales como periodísticas. A partir de esto, entidades vinculadas a la CTA Autónoma elaboraron un informe donde se explicaban cada una de los cambios libertarios.
Este reporte servirá como base de la resistencia que plantea la central obrera, según le confirmaron a Data Gremial fuentes del sector. Es que el material elaborado por los equipos técnicos –tanto del Instituto de Estudios y Formación como del Instituto del Pensamiento y las Políticas Públicas –que además de marcar los desafíos de la transformación se nutre de propuestas y las perspectivas a futuro. Este material está nucleado en dos materiales: Diez propuestas de políticas públicas para un nuevo esquema de relaciones laborales con ampliación de derechos y Aportes para la protección del trabajo digno en el mundo actual, considerados por la CTA Autónoma como “insumos clave para este contexto”.
Además de usar estos materiales para el debate, la idea del sector es llevarlo como estandarte de la resistencia. Para eso, confirmaron encuentros en distintos puntos del país, para debatir con los gremios de base el tema. La semana pasada, se desarrollaron jornadas de formación virtuales organizadas por la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Salta (ADIUNSa) y por la Asociación de Trabajadores del Estado de Rosario (ATE Rosario).
En las mismas, los referentes de los equipos técnicos Luis Campos, Jimena Frankel y Mariana Campos presentaron algunos puntos clave para debatir con los trabajadores: la historia reciente de los intentos de reforma laboral, el espíritu de la misma y la necesidad de pensar una agenda de los y las trabajadoras. En ambas jornadas surgieron debates “no sólo con las preocupaciones y dilemas que enfrentamos en la actualidad en un contexto desfavorable como el actual, con jornadas de trabajo extremas, ingresos bajísimos y el ataque sistemático a nuestras organizaciones sindicales y sociales, sino también la necesidad de construir una agenda propia que nos encuentre resistiendo pero a su vez, pensando cuáles son las transformaciones que queremos llevar adelante”.
Tarea legislativa
En tanto, una de las medidas claves será tener contacto con los distintos bloques opositores, ya que el oficialismo necesita aliados para aprobar la reforma. Por eso, la semana pasada la dirigencia de la CGT estuvo reunida con al menos tres gobernadores: los mandatarios de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de Chubut, Ignacio Torres; y de Jujuy, Carlos Sadir.
También siguió la discusión, aunque a distancia, el gobernador cordobés Martín Llaryora, uno de los articuladores de ese espacio federal. La cumbre giró en torno a los lineamientos centrales del proyecto de reforma laboral que el oficialismo enviará al Congreso y cuya letra fina aún no se conoce. Aunque no hubo documentos circulando, sí quedó claro que provincias y gremios buscan coordinar posiciones antes de que la iniciativa comience a debatirse en ambas cámaras. En tanto, las dos CTA anunciaron también reuniones con distintos bloques, para plantear la importancia de que no avance la iniciativa de reforma como la de presupuesto.
En tanto, el bloque de la Libertad Avanza estuvo ultimando los detalles sobre la pelea que encarará el oficialismo para conseguir sancionar la reforma laboral, con la cual el Poder Ejecutivo buscará fomentar la creación de empleo. Para conseguir su objetivo de avanzar con el proyecto laboral, la vicepresidenta Victoria Villarruel debe armar la Comisión de Trabajo y Previsión Social, donde se librará la primera batalla para conseguir la sanción de esta iniciativa, que es rechazada por el peronismo, la CTA y la CGT.
El objetivo de la LLA es abrir la discusión el jueves próximo en la comisión, que podría ser presidida en forma temporal por la senadora Patricia Bullrich, quien ha tenido en el pasado fuertes controversias con los “gordos de la CGT” y en especial con Hugo Moyano, cuando fue ministra de Trabajo en el Gobierno de Fernando de la Rúa.