Ante la liquidación unilateral de un aumento para julio por parte de la secretaría de Educación, los gremios universitarios anunciaron un paro para el inicio del segundo cuatrimestre, en reclamo de una “real apertura” de las paritarias. Hasta ahora, el gobierno de Javier Milei decidió cerrar las subas sin negociación, con cifras que los docentes y nodoicentes afirman les generó “la peor pérdida de ingresos de la historia”, superior al 50 por ciento en pocos meses. Ante la medida de fuerza, hubo una convocatoria a los integrantes del Frente Sindical de Universidades Nacionales, para intentar de llegar a un acuerdo. Pero para sorpresa de todos, en la reunión no se discutió el porcentaje de mejora, y sólo se anunció que incremento se pagará en agosto y septiembre.
La dirigencia consideró “indignante” esta situación, y ratificó el paro de la semana que viene. Además, los rectores de todo el país pidieron por los salarios de sus trabajadores, y volvieron alertar sobre el ajuste de los recursos, que en el primer semestre golpeó fuerte al rubro educativo en general.
El llamado a los gremios universitarios fue interpretado como un intento de evitar el paro del próximo 12 de agosto, que hará que en todo el país no inicie el segundo cuatrimestre. Pero en la cumbre en la subsecretaría de Políticas Universitarias de la Nación no tuvo mayores novedades a la forma en que las autoridades libertarias en el sector vienen manejando las cosas.
“En la reunión paritaria, se ofreció un aumento del 3 por ciento para agosto y de 2,5 por ciento para septiembre”, confirmó mediante un comunicado la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN). Mediante un documento, se confirmó el rechazo a esta oferta, considerada “indignante propuesta”, y se ratificó la continuidad del plan de lucha, “con un no inicio de clases el 12 de agosto por 24 horas y un paro de 48 horas el 20 y 21 del mismo mes. Sin salarios dignos, no hay universidad de calidad”.
La entidad que lidera Daniel Ricci criticó que “el gobierno de Milei sigue realizando propuestas que se encuentran por debajo de la inflación, ya que, por ejemplo en la Ciudad de Buenos Aires, de la que ya se conocen los datos, en julio hubo una inflación del 5,1 por ciento y que los salarios de los docentes siguen deteriorándose”.
“No hubo negociación, fue una farsa”, le dijo a Data Gremial una fuente del Frente Sindical de Universidades Nacionales, luego del fracaso de la reunión. El malestar de los representantes de los gremios apunta a que pese a llamar a negociar, al comenzar la cumbre “los funcionarios se limitaron a comunicar las cifras de los incrementos, sin dejar lugar a una verdadera discusión”.
Por eso, sin necesidad de discutirlo con sus bases, las entidades docentes y nodocentes presentes confirmaron que seguirán con su plan de lucha. “Si siguen con este modelo, la conflictividad comenzará va a seguir aumentando”, dijo la misma fuente consultada.
La convocatoria se produjo luego del anuncio del martes del Frente Sindical de Universidades Nacionales de no comenzar las clases del segundo cuatrimestre, con paros los días 12, 13, 14, 20 y 21 de agosto. Los gremios denunciaron que en los últimos siete meses “perdieron más del 50 por ciento del salario frente a la inflación”.
Pedido de los rectores
Antes de la cumbre, en el marco de una reunión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los rectores de todo el país respaldaron el pedido de los gremios, pese a que las medidas de fuerza generarán el no inicio de clases.
En su declaración final, la entidad manifestó “su preocupación por el alarmante y crítico deterioro salarial de trabajadoras y trabajadores, situación que ha llevado a tramos iniciales a ubicarse por debajo de la línea de pobreza”, e instó a “reclamar a las autoridades nacionales una urgente recomposición salarial a través de paritarias libres, que permita recuperar el poder adquisitivo, con el objetivo de garantizar las condiciones laborales acordes a la misión de la universidad pública”.
En este mismo sentido, el texto remarca que la situación salarial en el sistema universitario es “extremadamente crítica”, con especial énfasis para trabajadoras y trabajadores de menor antigüedad, ya que desde diciembre de 2023 no se ha actualizado la garantía salarial.
El CIN afirma en su comunicado que “es cierta la afirmación contenida en el comunicado del Ministerio de Capital Humano respecto al incremento salarial del 71 por ciento otorgado de diciembre a julio de este año. Lo que no dice es que, en el mismo período de tiempo, la inflación fue superior al 120 por ciento, por lo que, entre noviembre de 2023 y julio de 2024, el salario del personal universitario registró una caída del 45 por ciento en términos reales, ubicando a numerosos trabajadores, especialmente en los tramos iniciales, por debajo de la línea de pobreza, situación que afecta a alrededor del 50 por ciento del total del personal”.
Por último, remarca la lamentable condición histórica de esta situación salarial: “Nunca en los 40 años de democracia las condiciones fueron tan desfavorables. Y esta situación, que afecta a millones de trabajadores de la educación en todo el país, pone en grave riesgo la sostenibilidad de la universidad pública y su capacidad para cumplir con excelencia su misión”.
Sigue el ajuste
Desde el inicio de la gestión libertaria, la aplicación de la motosierra en el gasto público tuvo a las universidades nacionales como uno de sus rubros más castigados. La educación en general fue víctima del ajuste fiscal, retirando aportes nacionales que hicieron que las provincias tuvieran varios conflictos, sobre todo salariales. En un reciente informe, realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó cómo impacto este mecanismo en todo el rubro educativo.
En esta materia, resaltó el informe al que tuvo acceso Data Gremial, “se observa fuertes caídas en la ejecución de partidas sensibles como el Fondo Nacional de Incentivo Docente (-97 por ciento en la ejecución base caja), el Programa Conectar Igualdad (-86 por ciento) y el programa de Infraestructura y Equipamiento de la Secretaría de Educación (-98 por ciento)”. Sobre el FONID, que generó una baja salarial en los docentes del nivel medio e inicial, “si bien tuvo una caída en su ejecución devengada del 88 por ciento, si se analiza en base caja, dicha caída asciende al 97 por ciento. Esto está en línea “con lo manifestado por el gobierno nacional en el sentido de eliminar este fondo, lo que implicaría un recorte nominal de los salarios docentes de entre el 10 y 20 por ciento de acuerdo a cada distrito”.
Por otro lado, otros dos programas con fuertes caídas en su ejecución son el Conectar Igualdad con una caída del 86 por ciento, y el de Becas Estudiantiles, cayendo 64 por ciento, lo cual puede comprometer el acceso a la educación a sectores de menores recursos.
Entre las principales conclusiones del informe se destaca que “se detectó una fuerte caída de la ejecución real respecto al mismo período del año 2023, del orden del -30 por ciento, lo cual implica un significativo ajuste del gasto público en áreas sensibles de la administración”. Paralelamente, agregaron, “se verificó un gran peso de los servicios de deuda pública dentro de la estructura de gastos, de tal forma que dicha función representó nada menos que el 11 por ciento del total de gastos”.