Golpe al relato libertario: por primera vez desde 2003, la inversión extranjera tuvo un saldo negativo

Mientras el Gobierno insiste con un supuesto “aluvión de inversiones”, los datos oficiales del Banco Central muestran una realidad opuesta: en 2025 se fueron más capitales de los que ingresaron al país. La salida de multinacionales y la desinversión productiva marcaron un quiebre histórico.

Por Matías Tagliani

Director de Data Gremial

Miércoles, 31 de diciembre de 2025 12:15

Por primera vez desde que se inició la serie estadística en 2003, la inversión extranjera directa (IED) cerró con saldo negativo en la Argentina. Lejos de confirmar el relato libertario sobre la llegada masiva de capitales, los datos del Banco Central (BCRA) revelan que entre enero y noviembre de 2025 se retiraron más dólares de los que ingresaron, con un déficit de US$ 1.421 millones.

El resultado no solo rompe una tendencia que se sostuvo durante más de dos décadas, sino que expone la distancia entre los anuncios oficiales y los movimientos reales de capital. Según el BCRA, en el período analizado ingresaron US$ 1.342 millones en concepto de inversión directa, mientras que las salidas alcanzaron los US$ 2.763 millones. En 2024, el balance había sido apenas positivo, con US$ 89 millones.

Salida de multinacionales y transferencia de activos

El rojo histórico se explica principalmente por la salida de empresas multinacionales y, en mayor medida, por la transferencia de activos desde firmas extranjeras hacia compañías de capital nacional. Desde la consultora PxQ destacaron que se trata del primer déficit anual de IED desde que el Banco Central comenzó a relevar esta estadística.

En ese sentido, recordaron que durante el período 2016-2019 el promedio anual de inversión extranjera directa fue positivo, con unos US$ 3.235 millones, mientras que entre 2020 y 2023 el saldo medio descendió a US$ 953 millones, evidenciando una caída sostenida muy por debajo de los niveles históricos.

El RIGI, sin impacto real en el ingreso de dólares

El exsecretario de Finanzas Daniel Marx explicó que las cifras reflejan movimientos de caja concretos, asociados principalmente a la venta de empresas extranjeras a capitales locales. Además, aclaró que los proyectos anunciados en el marco del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) todavía no se traducen en ingresos efectivos de divisas.

Según señaló, se trata de iniciativas de largo plazo que, por ahora, funcionan más como anuncios políticos que como inversiones reales con impacto inmediato en la economía y en las reservas.

Desinversión productiva y efecto sobre el empleo

Una lectura similar aportó el economista Lorenzo Sigaut Gravina, quien atribuyó el saldo negativo a un proceso de desinversión productiva. De acuerdo con su análisis, varias filiales de empresas internacionales cerraron plantas o redujeron su presencia en el país, reemplazando producción local por importaciones.

Este fenómeno no solo impacta en la cuenta de inversión extranjera directa, sino que también tiene consecuencias directas sobre el empleo, la actividad industrial y la capacidad productiva, un punto que genera creciente preocupación en el movimiento sindical.

Las multinacionales se van de Argentina: la inversión extranjera directa pasó de motor de entrada de divisas a canal de salida.

Capital financiero en alza, inversión real en caída

En contraste con la fuga de capitales productivos, la inversión extranjera en activos financieros mostró un saldo positivo de US$ 1.354 millones en los primeros once meses del año. A esto se sumaron ingresos por exportaciones, préstamos, títulos de deuda y desembolsos de organismos internacionales.

Sin embargo, estos flujos financieros no lograron compensar la salida de inversión real ni evitar que la inversión extranjera directa cierre el año en rojo. Un dato que vuelve a poner en discusión el modelo económico y refuerza las críticas sindicales sobre la falta de inversión genuina y la profundización de la desindustrialización bajo el actual rumbo económico.

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