La pérdida de puestos de trabajo formales deja el modo “goteo” y pasa a ser una tormenta perfecta

Según un informe, este año de cada estatal despedido seis trabajadores bajo convenio quedaron en la calle. La crisis se acelera, y ya pasa a ser una verdadera amenaza para todos los sectores. Provincia de Buenos Aires y CABA, los más complicados.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Jueves, 04 de diciembre de 2025 10:00

Hace más de tres meses que los trabajadores de la ceramista ILVA sostienen como pueden un acampe frente a la empresa, ubicada en la localidad bonaerense de Pilar. La idea de cerrar la planta y despedir a sus 300 operarios sigue en pie, y sólo la resistencia de los trabajadores y sus familias mantiene el conflicto en pausa. Esta semana hubo una nueva audiencia respecto de la situación de la firma, convocada por la secretaría de Trabajo, que ya intentó destrabar el conflicto pero no logró avances. Mientras tanto, junto a otros grupos de despedidos los empleados realizan distintas actividades para sostenerse, y coordinar acciones para frenar una crisis laboral que se hace cada vez más notas. El sector industrial es uno de los más afectados, seguido por lo que pasa en las empresas alimenticias, que también muestran síntomas de agotamiento, en el marco de un modelo que sigue aumentando la conflictividad. En este contexto, un informe alertó que buena parte de los despidos que se dieron este año son de trabajadores formales, es decir, bajo convenio. En comparación, de cada puesto laboral público que se pierde en el país  hay seis que siguen el mismo camino en el sector privado formal, y que no se recuperan más. Más del 80 por ciento de estos puestos destruidos corresponden a la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, según los datos. Las cesantías “por gotera” parecen comenzar a dar paso a una “tormenta de desempleo”.

Los datos de destrucción de empleo formal en lo que va del 2025 muestra la aceleración de la crisis, con muchos conflictos abiertos y cada vez más trabajadores en la calle. Los datos fueron analizados por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL–IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que confirmó con cifras oficiales que a agosto de este año se perdieron 10.600 puestos privados de trabajo formales, una cifra seis veces superior a la de los estatales, sector en el que se recortaron en 1.700 empleos. Sólo en casas particulares se destruyeron 800 puestos de trabajo. El dato surge del relevamiento elaborado a partir de registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), y confirma que la “contracción del empleo asalariado registrado se sostiene y se concentra en empresas privadas”. Así, el empleo asalariado formal total descendió por cuarto mes consecutivo, con una baja de 13.100 puestos. “La tendencia negativa se arrastra desde mayo, luego de un período de estancamiento entre fines de 2024 y comienzos de este año”, dijo el reporte al que tuvo acceso Data Gremial.

La comparación interanual refleja “una pérdida de 33 mil empleos formales (-0,3 por ciento) y un retroceso de 224 mil puestos desde noviembre de 2023, previo al cambio de administración”. El informe señala que el sector privado registrado, con 6,23 millones de empleos, “volvió a caer y alcanza un nivel comparable al de agosto de 2018, lejos del pico de agosto de 2023”. Desde noviembre 2023 a agosto 2025, “se perdieron 139 mil empleos (-2,2 por ciento) del sector privado, mientras que en el público la caída alcanzó a 61 mil empleos (-1,7 por ciento)”.

Esto explica que “más allá de que el Gobierno intente señalar en su discurso que la avanzada oficial iba contra el empleo público, las mayores destrucciones de puestos de trabajo se dieron en el ámbito privado”. Las caídas más significativas se dieron en intermediación financiera (-0,7 por ciento), seguida de la minería (-0,6 por ciento), y construcción (-0,5 por ciento mensual). En el otro extremo, Agro y Pesca, Suministro de Electricidad, Gas y Agua y Hoteles, y Restaurantes fueron los únicos sectores con una variación positiva (del +0,2 por ciento), mientras que Industria y Servicios Inmobiliarios lideraron la caída del empleo en términos absolutos.

Casos resonantes

La cara detrás de los números que marcan este y otro informe no sólo muestran claramente el drama de perder el empleo, sino de la cantidad de trabajadores que están en esta situación, ya que los grupos en conflicto se multiplican, como los cierres y las cesantías. Uno de los más notables es el de cerámica ILVA, que lleva más de tres meses paralizada por la decisión empresarial, que busca cerrar la planta productora de Pilar. En su momento, más de 300 trabajadores fueron despedidos, y mantienen un acampe reclamando por sus puestos laborales.

El lunes pasado, se realizó una nueva audiencia conciliatoria, sin mayores resultados. Así se lo confirmó a Data Gremial el referente de los cesanteados, Marcelo Barrionuevo. La cumbre la llamó el secretario de Trabajo nacional, y concurrieron en representación de los trabajadores dirigentes de la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (FOCRA).

Esta fue la segunda audiencia de este tipo, que se hace de forma virtual, pero en la primera la empresa no se presentó, por lo que se reiteró la convocatoria para esta semana. “Seguimos sin tener nada concreto, en este caso abrieron un expediente pero no mucho más”, dijo Barrionuevo. Esta cumbre pasó a un cuarto intermedio hasta el martes 9 de diciembre, donde según el trabajador “veremos si el apoderado de la empresa trae una oferta eficiente”.

Por ahora, la firma insiste con pedir el concurso preventivo de acreedores. Mientras tanto, el acampe sigue. “Llevamos 97 día de acampe, estamos más fuerte que nunca y vamos por todo, ante todo queremos nuestros puestos de trabajo y que nos paguen los dos meses de salario que nos deben”, recalcó Barrionuevo, que denunció que ILVAnos dejó sin obra social, hay compañeros que la necesitan urgente, tienen hijos con problemas de discapacidad”. En este tiempo, los trabajadores recibieron el apoyo del co-titular de la CGT Cristian Jerónimo.

Aunque el impacto de la crisis laboral es generalizado para todos los rubros, hay algunos donde una particularmente adversa combinación de factores hace que sea más profunda, como es el caso de industrias alimenticias, textiles y comercios de venta al público en general. Después de semanas en las que se hizo evidente una crisis casi terminal de la industria láctea (con cierres o parates productivos de empresas históricas como Sancor, Verónica, La Supachense y ARSA), en estos días se difundieron noticias sobre el crítico escenario que transita la industria panificadora.

En todo el país

Volviendo al informe de EDIL–IIEP, la crisis se empleo tiene fuerte impacto en la zona de AMBA y alrededores, pero no es ajena a todo el país. Así, por provincias, el empleo privado cayó en 16 jurisdicciones, con provincia de Buenos Aires y CABA explicando 84 por ciento de la baja total del mes. Por su parte, las trabajadoras de casas particulares muestran la mayor caída en el largo plazo: desde 2019, el sector perdió 61 mil puestos (-12,2 por ciento) y hoy está en niveles similares a los de 2013.

La EIL muestra que en septiembre la tasa de salida volvió a superar a la tasa de entrada (2,1 versus 2 por ciento). Las renuncias siguen siendo la principal causa de bajas, aunque disminuyen y crecen las finalizaciones de contrato, período de prueba u obra. En cuanto a las remuneraciones promedio registradas, el sector privado tuvo “una leve baja en septiembre (-0,7 por ciento INDEC), aunque datos del SIPA sugieren un aumento marginal (+0,2 por ciento)”. En el sector público, hubo un retroceso mensual de -0,9 por ciento y pérdida de 14 por ciento desde noviembre 2023.

Si bien la gran mayoría de los despidos se dan en la zona del AMBA y el interior bonaerense, en el interior del país la crisis se hace sentir, por tal vez todavía en la modalidad “goteo”. En estos días, por ejemplo, ocho trabajadores en Electro Part, una empresa metalúrgica de la provincia de Córdoba, que comenzó un proceso de ajuste y dejó a estos empleados en la calle, sumándose a los más de 26 mil despedidos en la industria metalúrgica desde que asumió Javier Milei. Desde esta semana el resto del personal decidió ocupar la planta con el apoyo de sus compañeros porque saben que “hoy son ellos y mañana les toca al resto”. En la provincia mediterránea se realizó en la localidad de Río Tercero hace dos semanas un encuentro de despedidos, para intentar consensuar un plan de lucha común que frene la crisis.

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