El Gobierno nacional publicó esta semana el decreto 452/2025 mediante el cual ordena la fusión de los entes reguladores de la actividad gasífera y eléctrica y crea un nuevo organismo que asumirá sus funciones y competencias y funcionará en la órbita de la Secretaría de Energía. La medida fue rechazada en su momento por la Asociación del Personal Jerárquico del Gas (AJP-Gas), que ratificó su postura una vez que se formalizó el tema. En un documento público, el gremio explicó cómo se hacen los controles en otros países, donde hay entes centralizados.
Una vez publicado en DNU, el gremio que lidera Rubén Ruiz sostuvo que “será necesario, entonces, revisar cómo funcionan los diferentes organismos reguladores de energía en los países más desarrollados que marcan los parámetros con que se maneja la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”. “Es verdad que en varios países existen entes reguladores unificados para controlar el servicio de gas natural y electricidad (algunos incluyen el petróleo)”, dijo. Pero la complejidad “para regular, controlar, fiscalizar y resolver controversias relacionadas con los servicios públicos energéticos exige una estructura cada vez grande y con mayor especificidad”.
Según APJ-Gas, en cada país de Europa “conviven varios entes reguladores que, muchas veces, se solapan con las autoridades de los poderes ejecutivos. Por ejemplo: reguladores independientes (estatales pero autárquicos); reguladores independientes consultivos (también estatales y autárquicos); reguladores ministeriales (sometidos a la autoridad ejecutiva)”.
Decisión polémica
El decreto del oficialismo confirmó que “resulta necesario ordenar la transferencia de las partidas presupuestarias pertinentes y de los bienes de ENARGAS y ENRE con el fin de garantizar su actuación eficiente conforme a las exigencias y a los estándares que actualmente aplican dichos reguladores, con miras a alcanzar los estándares internacionales propuestos por la OCDE para la inserción de la República Argentina en el comercio mundial”.
Para esto, la semana pasada se informó la unificación de las tareas del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) en un único organismo que denominó Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad. El financiamiento de los entes seguirá basado en la Tasa de Fiscalización y Control, la venta de obleas para Gas Natural Vehicular y la resolución de controversias entre los actores del mercado eléctrico.
Ejemplos
Ante esta cuestión, APJ-Gas explicó que en Estados Unidos, por ejemplo, “la autoridad regulatoria es la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC)”. Además, existe la Asociación Nacional de Comisionados Reguladores de Servicios Públicos (NARUC) que reúne a los comisionados reguladores y equipos especializados en cada materia de todos los Estados y la Administración de Información Energética norteamericana que elabora las estadísticas y nuevas normas. “Debido a las quiebras de empresas como Enron y control deficiente en algunos Estados, se crearon Unidades de vigilancia de mercados para gas y electricidad (SMD), un departamento para la vigilancia e investigación (OMOI) y las Unidades de Monitoreo de Mercado (MMUs)”, agregaron.
En Japón existe la Agencia de Recursos Naturales y Energía (ANRE) y la Comisión de Vigilancia del Mercado de Electricidad y Gas. “En todos los casos este entramado conlleva áreas estatales especializadas para el gas natural y la energía eléctrica y miles de trabajadores/as con formación acorde y capacitación permanente”, dijo la entidad sindical. Es decir, “bastante más escalones regulatorios y más trabajadores/as que los existentes en nuestro país. No, al revés”.
“Somos un país con miles de kilómetros de redes y gasoductos. Líneas de alta tensión y de distribución e interconexión regional que implica un grado de especialización para controlar el funcionamiento de cada componente de la matriz energética. Este trabajo lo realizan 500 trabajadores/as en el ENARGAS y 300 en el ENRE. Es indudable que el plantel es adecuado y no parece acertado desarticular organismos con tareas específicas y atribuciones concretas. Los usuarios necesitamos mayores controles con poder. Las temperaturas extremas demostraron que el mercado no se autorregula”, concluyó la entidad.