Martín Menem metió incluso a la madre de su socio para sostener un negociado en OSPRERA, obra social intervenida por el gobierno libertario

Se trata de María Casandra Mirabelli, madre de Sergio Aguirre, socio del titular de Diputados. Tal como reveló Data Gremial, la familia se quedó con un negocio millonario de software en la enorme obra social de los peones rurales, hoy intervenida por el gobierno de Javier Milei. La empresa fue creada poco antes de obtener el contrato. Desde entonces, Aguirre maneja la prestataria de salud como si fuera propia.

Martes, 22 de julio de 2025 12:02

La serie sobre Carlos Menem producida por Amazon Prime trajo al presente una postal que parecía lejana: corrupción, impunidad, negocios turbios y un Estado tomado por intereses privados. Lejos de ser parte del pasado, esa forma de gestionar —con el bolsillo propio por encima del interés público— parece tener continuidad en la sangre. Y es que los herederos del menemismo, hoy aliados del gobierno libertario de Javier Milei, no solo replican viejas mañas, sino que las modernizan al ritmo del software y las facturas millonarias.

En una investigación difundida por este portal días atrás, se destapó un entramado que involucra directamente a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados. El caso revela cómo un socio directo del diputado riojano, Sergio Aguirre, fundó una empresa fantasma en abril de 2024, emitió una segunda factura por 40 millones de pesos y se metió de lleno en OSPRERA, la obra social intervenida por el propio gobierno de Milei.

Ahora se conoció un nuevo detalle que vuelve más escandaloso el descaro del entramado del negociado. La madre del empresario también fue metida en el negocio: María Casandra Mirabelli hoy se desempeña como secretaria del interventor de la obra social, Marcelo Petroni, completando el circuito de favores, influencia y negocios familiares.

De hecho, según relataron fuentes internas —y quedó registrado en una captura de pantalla de una reunión virtual— Casandra participa con frecuencia en los Zoom de la obra social, donde se la presenta como “especialista en software”. Fue contratada en 2024 y no solo opera de manera remota: también se la ha visto ingresar con regularidad a las oficinas de OSPRERA.

Sandra Mirabelli, en una captura de pantalla de una reunión por Zoom de OSPRERA.

Del suplemento a la Rosada, con escala en OSPRERA

Tal como anticipó Data Gremial, Sergio Aguirre, socio de Martín Menem en TR Nutrition y proveniente del mundo de los suplementos dietarios, armó la empresa Htech Innovation el 8 de abril. Apenas tres meses después, tras reunirse con Eduardo "Lule" Menem (operador en las sombras del gobierno y primo de Martín) y con la entonces interventora de OSPRERA en Casa Rosada, cambió el objeto social de la firma para dedicarse a “consultoría en salud”.

Ese cambio no fue casual: el 6 de noviembre ya emitían una factura por 40 millones de pesos, y lo curioso —o no tanto— es que la interventora de OSPRERA en ese entonces, Virginia Montero, renunció ese mismo día.

Como si fuera un chiste de mal gusto, el escándalo suma sumó el nuevo ingrediente: la incorporación de Mirabelli a OSPRERA. Según revelaron en el programa ¿Y mañana qué? de TN, la empresa sigue facturando sin pudor: el último comprobante, con fecha 2 de julio, fue por casi 20 millones de pesos.

El historial de negocios con el Estado

Este caso se suma al escándalo ya conocido por el megacontrato de la empresa de seguridad Mimada S.A., de la familia Menem, con el Banco Nación. En esa licitación, cuyo monto asciende a 4.000 millones de pesos, los Menem declararon no tener conflicto de interés, a pesar de los vínculos sanguíneos con Martín, que fue parte de la empresa hasta fines de 2023. La Oficina Anticorrupción hoy investiga el caso.

Pero hay más: PSG, una consultora jurídica manejada por los Menem desde su tradicional oficina en Talcahuano, también aparece vinculada a negocios con el Estado.

¿Más casta no se consigue?

Mientras Milei llena el Estado de familiares, amigos y militantes, y sigue predicando contra “la casta”, sus aliados más cercanos se dedican a reproducir el mismo esquema que él prometía erradicar.

Como si se tratara de una remake menemista, los negocios, las licitaciones amañadas, los acomodos y las facturas que huelen a curro están a la orden del día. Sólo que ahora no se disfrazan de “revolución productiva”, sino de “libertad”.