El triunfo libertario dio luz verde al proyecto de aumento de la edad jubilatoria y la cantidad de años de aportes que exige el FMI

Con el respaldo electoral, el Gobierno busca acelerar el paquete de reformas estructurales comprometidas con el Fondo Monetario Internacional. Entre los puntos más sensibles figuran la suba de la edad jubilatoria, el fin de las moratorias y la creación de un sistema mixto de pensiones.

Lunes, 27 de octubre de 2025 17:48

El día después del triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas, el presidente Javier Milei ratificó su voluntad de profundizar las reformas económicas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con una nueva correlación de fuerzas en el Congreso, el oficialismo se prepara para impulsar medidas de fuerte impacto social que hasta ahora habían encontrado resistencia política y sindical.

El plan del Fondo detrás del “ajuste ordenado”

El acuerdo firmado en abril entre el Gobierno y el FMI —a cambio de un nuevo préstamo por 20.000 millones de dólares— incluyó compromisos concretos en materia fiscal, laboral y previsional. El Fondo celebró las políticas de ajuste y recorte del gasto, pero insistió en la necesidad de avanzar con “reformas estructurales” que garanticen la sustentabilidad del programa.

Entre los puntos más delicados se destacan las modificaciones al sistema previsional. Según el documento de entendimiento, el FMI propuso:

  • Aumentar la edad jubilatoria, de 60 a 65 años para las mujeres y de 65 a entre 68 y 70 años para los varones.
  • Incrementar los años de aportes exigidos, que pasarían de 30 a 35.
  • Eliminar las moratorias previsionales, que hoy permiten jubilarse a personas con aportes incompletos.
  • Crear un sistema mixto, con un subsistema de capitalización individual similar al de las antiguas AFJP, que conviviría con el régimen público de reparto.

Estas reformas implicarían una transformación profunda del sistema jubilatorio argentino, con consecuencias directas sobre millones de trabajadores y trabajadoras que hoy acceden a la jubilación mediante mecanismos de inclusión previsional.

Un Congreso más favorable para las reformas

Con los resultados del domingo, La Libertad Avanza se consolidó como primera minoría en la Cámara de Diputados, con más de 90 legisladores propios y un núcleo de aliados estables. En el Senado, el oficialismo también amplió su representación, lo que le otorga margen político para intentar aprobar las reformas que el FMI viene reclamando desde hace meses.

Desde el búnker del Hotel Libertador, Milei se mostró eufórico y conciliador. Habló de “traducir en leyes las consignas del Pacto de Mayo” y adelantó su intención de acordar con gobernadores y bloques provinciales para avanzar con los cambios institucionales, económicos y previsionales.

“Ahora sí podremos transformar la estructura del Estado y garantizar la libertad económica que necesita la Argentina”, sostuvo el presidente, en un mensaje que encendió las alarmas en el movimiento sindical y en los sectores de la seguridad social.

Preocupación sindical ante el avance del ajuste

Las principales centrales obreras —la CGT y las dos CTA— analizan por estas horas el impacto que tendría el aumento de la edad jubilatoria y el fin de las moratorias sobre la clase trabajadora. Fuentes sindicales advierten que las medidas no solo implican un recorte en derechos previsionales, sino también una reconfiguración del mercado laboral, que podría derivar en mayor precarización y en un retiro aún más tardío para amplios sectores de la población.

“La suba de la edad jubilatoria no es una reforma técnica, es un recorte social que empuja a los trabajadores a sostener un sistema financiero al servicio del Fondo”, advirtieron desde un gremio del sector público.

El rol de Estados Unidos y la presión externa

Al respaldo explícito del FMI se suman ahora las exigencias del Tesoro de Estados Unidos, encabezado por Scott Bessent y con el aval político del presidente Donald Trump. Ambos fueron actores clave en el financiamiento de la campaña oficialista y en los “rescates” financieros que permitieron contener la escalada del dólar en las semanas previas a las elecciones.

Durante la campaña, Bessent fue categórico: “Si Milei pierde, no vamos a ser tan generosos con Argentina”. La frase sintetizó el nivel de condicionamiento externo que enfrenta el país y el margen de maniobra que el Gobierno parece dispuesto a ceder para sostener su programa económico.