Inclusión laboral para una nueva oportunidad: la UOM La Matanza y el CFP Nº424 capacitan en oficios a personas privadas de su libertad

Los cursos son dictados en la Unidad Penitenciaria Nº43 de González Catán con una amplia oferta formativa, donde conviven cursos anuales con intensivos. Poseen un alto nivel de egreso y los estudiantes destacan el compromiso de los docentes.

Por Walter Leguizamón

Redactor de Data Gremial

Sabado, 05 de julio de 2025 01:49

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) La Matanza y el Centro de Formación Profesional Nº424 demuestran su compromiso con la inclusión y el derecho al trabajo con los cursos que dictan en la Unidad Penitenciaria Nº43 de la localidad de González Catán, donde demuestran que se puede brindar una nueva oportunidad para reinsertarse en la sociedad.

No sólo ayudan a romper con la estigmatización que pesa sobre aquellas personas que estuvieron privadas de su libertad, sino que también las ayudan a creer en ellas mismas al enseñarles que tienen la capacidad y el potencial de conseguir un trabajo en una empresa o, directamente, de crear sus propios emprendimientos.

En diálogo con Data Gremial, el director del CFP Nº424, Emiliano Costantino,  habló sobre la amplia oferta formativa, el cambio que se da en la vida de los internos al aprender cosas nuevas, el alto nivel de engreso y de los próximos desafíos.

Costantino comenzó a trabajar en los centros de formación profesional de la UOM La Matanza en el año 2008. Estuvo en diferentes tipos de cursadas  y en distintas actividades desde el punto de vista administrativo, hasta que tomó el desafío de tomar la dirección de un CFP. Con los lemas “La educación lo es todo” y “Trabajar hasta que la dignidad se haga costumbre”, realiza con orgullo su tarea de brindar conocimientos.

“Es un centro prácticamente joven, de reciente creación, iniciamos las actividades en mayo de 2023”, recordó Costantino y puntualizó que “si bien tiene muy poquito plazo de desarrollo, se hicieron un montón de mejoras dentro de las instalaciones de la unidad para adaptar los espacios que no estaban preparados para el ámbito educativo, los optimizamos prácticamente un 100%”.

El director mencionó que “la calidad de la cursada y de los contenidos se desarrollan de la misma manera que en los centros de formación que no son en contexto de encierro, incluso, en algún aspecto, me atrevo a decir que parte de algunas instalaciones son mejores en cuanto a equipamiento”.

Dentro de la Unidad tenemos pocas horas, pero las logramos administrar para dictar la mayor cantidad de cursos posibles y hemos logrado impartir 6 proyectos formativos, que son anuales y que se inician en marzo y terminan en diciembre”, desarrolló. 

Sobre la amplia oferta de capacitaciones, enumeró “panadería, soldador básico, herrería, mecánica de motos, informática y damos un curso de operador de planta de residuos sólidos urbanos, ya que el establecimiento penitenciario hace una parte del proceso de tratamiento de los residuos porque cuenta con una pequeña planta de recuperación”.

Alto nivel de egreso

Con respecto a la matrícula de cada una de esas orientaciones, contó “un promedio de 20 a 25 participantes en cada una, lo que nos da un total de alrededor de 210, 230 personas en el año, de las cuales tenemos una alta tasa de egreso”. “En el primer año, tuvimos unos 140 alumnos recibidos y, en 2024, 155. Lo que nos pone muy contentos. Esto se pudo desarrollar  gracias al aporte que realizó la UOM de La Matanza por brindarnos equipamiento, parte de las instalaciones, herramientas e insumos que nosotros necesitamos”, explicó.

Asimismo, destacó la articulación con FORTRA, una asociación civil de la UOM La Matanza, donde, “con un convenio con el Ministerio de Trabajo, hemos traído diferentes proyectos formativos de corta duración”. “Es decir, cursos de tres o cuatro meses que sumamos a nuestra propuesta oficial para darle respuesta a parte de los alumnos que, por ejemplo, tienen una condena que se termina antes de fin de año”, sumó. 

El objetivo, sostuvo, es que “se lleven un certificado, que es una herramienta fundamental que demuestra que tuvieron un trayecto formativo,  y lo muestren una vez que recuperen la libertad, aunque sabemos que la realidad es mucho más compleja, dado que están estigmatizados al momento de conseguir trabajo: al ver que estuvieron privadas de su libertad, generalmente, los empleadores tratan de escapar de esa situación”. 

Sin embargo, indicó que, si no consiguen en una empresa, “los oficios les sirven para desenvolverse como cuentapropistas: algunos se pueden poner su pequeño taller de motos, otros ponerse un emprendimiento en el ámbito de panadería o meterse en el ámbito de la herrería haciendo parrillas”.

Un camino de crecimiento

El director del Centro de Formación 424 manifestó que “la experiencia de los participantes es muy buena: a medida que pasan la cursada se dan cuenta del cambio que ellos mismos generan, sobre todo por las mismas cosas que van armando, como sucede en el caso de soldador o de herrería”. “Hay un montón de  gente que , cuando terminan la capacitación, te dicen que ellos mismos se sorprenden de las cosas que pudieron hacer, ahí se dan cuenta de que tienen potencial”, expresó.

En el mismo marco, dijo que “recibimos una respuesta muy satisfactoria en todas las áreas, hay muchos que nos dicen ´profe, yo estoy muy contento con el curso porque yo no sabía hacer nada y este fin de semana preparé un par de cosas en mi pabellón, como bizcochuelos, una tarta, una torta de ricota para que el lunes, día de visitas, las pueda compartir con mi familia´”. 

Los estudiantes respetan mucho el trabajo de los profesores, saben del compromiso que tienen como parte de la sociedad. A nosotros, eso, como educadores, nos motiva porque nos ayuda a pensar a futuro”, valoró. Después, reveló “la intención de realizar un seguimiento, de ver cómo el alumno continúa en sus trayectos fuera de la unidad penal, a muchos les entregamos el certificado en una zona en común o nos contactamos con la familia”.

Nuevos desafíos

Con respecto a los nuevos objetivos, Constantino planteó, en primer lugar, “la intención de construir tres aulas en espacios que están libres para llevar los cursos que tenemos vigentes de una manera más cómoda y óptima”. En tanto, en segundo término, señaló la misión de “obtener más horas oficiales de formación profesional para lograr llevar los cursos al sector de minoridad de la Unidad 56, ubicada a la altura del Kilómetro 42 de Ruta 3, Virrey del Pino”.