La UOCRA se movilizó contra el intendente Julio Zamora por el descontrol en las habilitaciones de torres en Tigre

Construcción paralizada, habilitaciones cuestionadas y un fallo judicial que frenó nuevos desarrollos inmobiliarios encendieron la alarma entre trabajadores y vecinos. El sindicato de la construcción exige planificación real para garantizar empleo estable y evitar el colapso.

Lunes, 01 de diciembre de 2025 18:00

Una importante movilización encabezada por trabajadores de la construcción nucleados en la UOCRA se realizó este lunes frente al Municipio de Tigre para expresar el malestar creciente por el manejo urbanístico de la gestión del intendente Julio Zamora. La protesta apuntó al descontrol en las habilitaciones de torres y obras y a la falta de una planificación clara que, según advierten desde el sector, afecta tanto a los vecinos como a la estabilidad laboral de cientos de trabajadores.

Un fallo judicial que expuso la crisis urbanística

La manifestación se produjo a poco más de dos semanas del fallo judicial que frenó nuevas habilitaciones de edificios y desarrollos inmobiliarios en el distrito. La resolución puso en evidencia la ausencia de criterios técnicos, la falta de estudios de impacto urbano y ambiental, y la aprobación de proyectos sin coherencia con la normativa vigente. Según sostienen desde la actividad, la decisión judicial reveló fallas estructurales en la política urbanística del municipio.

“No es crecimiento: es desorden”

Desde el sector de los trabajadores de la construcción remarcan que no se oponen al desarrollo del distrito, sino a la improvisación.

“El crecimiento tiene que ser planificado para que genere trabajo genuino y sostenido, no picos de obra seguidos de parálisis”, señalaron fuentes vinculadas a la UOCRA.

Advierten que el esquema vigente —habilitaciones aceleradas que luego terminan frenadas por la Justicia— genera un ciclo de inestabilidad permanente que pone en riesgo los puestos de trabajo, ya que “cada obra que se detiene son familias sin ingresos”.

Vecinos también cuestionan el avance descontrolado

A las críticas de los trabajadores se suman reclamos que organizaciones vecinales vienen planteando desde hace años frente al avance de torres que modifican la fisonomía de los barrios.

Entre los problemas más señalados aparecen:

  • sombras permanentes sobre viviendas familiares,
  • saturación del tránsito,
  • colapso de servicios esenciales como agua, cloacas y electricidad,
  • pérdida progresiva de la calidad de vida,
  • habilitaciones otorgadas sin estudios serios de capacidad urbana.

La percepción generalizada entre vecinos es que las decisiones del municipio respondieron más a intereses inmobiliarios que a un plan urbano integral.

Un malestar social que crece en Tigre

La movilización de la UOCRA se suma así a un clima de descontento cada vez más amplio. Tanto trabajadores como vecinos coinciden en que Tigre atraviesa un proceso de desorden urbanístico profundo, con obras aprobadas sin planificación, controles laxos y respuestas tardías del municipio.

El resultado es un territorio cuya infraestructura ya no logra absorber el ritmo de crecimiento, una construcción sometida a parálisis recurrentes y una comunidad que reclama previsibilidad, reglas claras y participación en las decisiones urbanas.

El mensaje que quedó en la calle fue contundente: sin planificación no hay empleo estable, ni ciudades habitables. Y la exigencia de un cambio de rumbo en Tigre se hace cada vez más difícil de ignorar.

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