El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, expresó “una marcada inquietud” por el rumbo económico del país y el impacto que, según señaló, ya comienza a sentirse en el sector industrial. El dirigente advirtió en declaraciones radiales que la apertura de importaciones impulsada por el Gobierno “profundiza un proceso de desindustrialización” y afecta tanto al empleo como al entramado productivo nacional.
Furlán afirmó que “todas las semanas recibe malas noticias” vinculadas a cierres o dificultades de empresas industriales, un fenómeno que, según explicó, ya provocó la pérdida de 22 mil puestos de trabajo. En ese sentido, alertó que la situación se agrava “día a día” y que podría derivar en una crisis social si no se revierten las políticas actuales.
Furlán también señaló que la paralización de la obra pública está generando una cadena de impacto negativo sobre distintos sectores. Según explicó, los primeros trabajadores afectados son los de la construcción, pero el golpe se traslada rápidamente a ramas vinculadas, como la metalurgia. Recordó su experiencia en los años 90, cuando el sector pasó de 570 mil a 65 mil trabajadores, una pérdida que llevó décadas revertir.
Política exterior
Respecto de la política exterior, el líder metalúrgico manifestó dudas sobre los efectos de los recientes acercamientos diplomáticos. Consideró que los acuerdos con Estados Unidos y la Unión Europea podrían dejar al país “muy relegado” y con escasas herramientas para proteger su estructura industrial. “Los países centrales se disputan el trabajo calificado y defienden su productividad; Argentina va en contramano de esa realidad mundial”, sostuvo.
De cara al escenario internacional, Furlán especuló con que un eventual liderazgo más firme de Donald Trump podría exigir mayores contraprestaciones a la Argentina. También mencionó las tensiones dentro de la CGT frente a las políticas gubernamentales, señalando que muchos dirigentes ven un riesgo claro de que se avance sobre derechos laborales y estructuras sindicales en beneficio “de las multinacionales y los sectores más poderosos”.
Reforma laboral
En el plano político y sindical, el dirigente insistió en la necesidad de definir “qué modelo de desarrollo, producción y trabajo” se propone a la sociedad. Además, rechazó la idea de que la legislación laboral sea un obstáculo para el crecimiento y la competitividad del país. “La Argentina supo crecer y generar empleo con esta legislación. No somos quienes fugamos divisas ni generamos endeudamiento”, afirmó.
Para Furlán, “la postura de la CGT fue motivo de discusión entre muchos compañeros. Todos saben que vienen a destruir los derechos de los trabajadores, las organizaciones sindicales para priorizar a las multinacionales y los sectores poderosos de este país”. “El gobierno dice que si echamos por tierra la legislación laboral que da derechos a los trabajadores, la Argentina se va a encaminar hacia un país serio”, concluyó.