A diez meses de haber decretado la suspensión de actividades por presuntas “irregularidades estructurales”, la vicepresidenta Victoria Villarruel ordenó el cierre definitivo del jardín maternal “Jardín del Bosque”, la institución donde trabajadores del Senado dejaban a sus hijos desde su inauguración en 2015. La medida, oficializada este miércoles mediante el Decreto 401/2025, afecta directamente a 72 empleados del recinto que hasta octubre de 2024 utilizaban ese espacio.
El jardín, ubicado en Moreno 2010, había sido creado por el entonces vicepresidente Amado Boudou junto al ex ministro de Educación, Alberto Sileoni, y los ex senadores Juan Manuel Abal Medina y Alfredo Martínez. Durante casi una década fue una herramienta clave para la conciliación entre la vida laboral y familiar de los trabajadores y trabajadoras legislativos.
De la suspensión al cierre definitivo
En octubre de 2024, Villarruel firmó el Decreto 43/2024 en el que ordenaba la suspensión de actividades del jardín, y le solicitaba a la Dirección General de Administración que diseñara “un plan de acción para la subsanación de las observaciones edilicias” relevadas por la Dirección de Obras y Mantenimiento.
Sin embargo, según se informó este 24 de julio, la Dirección General no logró cumplir el objetivo, y el nuevo decreto determina la “devolución” del edificio a la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso de la Nación (DAS), propietaria del inmueble.
“La Dirección de Obras y Mantenimiento evaluó distintas propuestas con la intención de acondicionar el inmueble citado a la normativa vigente. (...) En virtud de tal estudio, el área pertinente concluyó que su readecuación no resulta posible por sus condiciones de base. (...) No existiendo la posibilidad de reabrir allí la guardería, ni habiendo otra finalidad para el inmueble en cuestión (...), corresponde proceder a su devolución”, se indica en el nuevo texto oficial.
La decisión incluye no solo la entrega de la planta baja y el primer piso, sino también de todo su mobiliario: sillitas, juegos, pizarrones, mantas didácticas, mesas, sillas de caño, camillas, practicunas y un minipelotero.
Sin alternativas ni reubicación
La suspensión del jardín en 2024 dejó sin respuestas tanto al personal docente como a las familias que utilizaban ese espacio. A pesar de que se había considerado la posibilidad de trasladar la institución a otro sector del Senado, finalmente la presidencia del cuerpo ofreció únicamente una licencia por unos meses (hasta el 31 de diciembre de 2024) a los trabajadores que llevaban allí a sus hijos.
El informe técnico que avaló la medida señaló que el edificio presentaba “vicios estructurales que lo hacen impropio para el desarrollo de sus actividades” y que ponía “en riesgo inminente la vida, seguridad e integridad psicofísica de las personas que allí concurren”.
La vicepresidenta no dudó en responsabilizar a las gestiones anteriores: “Dicho informe deja en evidencia la negligencia, desconsideración y temeridad con las que las gestiones anteriores han ejercido la actividad de guardería materno infantil, exponiendo a nuestros niños y trabajadores a riesgos inadmisibles, y que han configurado la imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la prestación”, sostiene el texto firmado por Villarruel.
Además, el inmueble no cumplía con los estándares exigidos por la Unidad Ejecutora de Escuelas Seguras (UERESGP), según el mismo informe técnico.
Un cierre con fuerte impacto en los derechos laborales
El cierre del jardín se suma a otras medidas regresivas en materia de derechos laborales dentro del Congreso. A fines de 2023, antes de dejar su cargo, la expresidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, había eliminado la normativa que estipulaba el descuento salarial a los empleados que inscribían a sus hijos en la guardería. Esa medida representó un avance en materia de reconocimiento de tareas de cuidado dentro del ámbito legislativo, que ahora queda completamente desarticulado.
El cierre del "Jardín del Bosque" representa no sólo una pérdida de un espacio de cuidado y contención infantil, sino también un retroceso en políticas que garantizaban igualdad de condiciones laborales para quienes cumplen funciones en el Senado. La decisión de Villarruel impacta en decenas de familias trabajadoras que contaban con ese servicio para poder cumplir con su jornada laboral sin delegar el cuidado en soluciones privadas o informales.