Con una emotiva carta, una histórica fábrica de alimentos orgánicos de Luján anunció su cierre y el despido de sus trabajadores

Las autoridades de la firme Molino Campo Claro, radicada en Luján, argumentaron la decisión porque lo que “no funciona más es el sostén económico de nuestra producción y de la fuerza de trabajo que la hacen posible”.
 

Sabado, 11 de octubre de 2025 10:00

La industria alimenticia no rebota debido a una crisis de extrema gravedad que se lleva puesta a numerosas empresas del sector. Ni siquiera pudieron evitar la depresión aquellas que ofrecen productos que tienen un nicho particular de clientes, como lo son las compañías fabricantes de comestibles saludables y orgánicos, que experimentaron un boom en los últimos años Sin embargo con el gobierno de Javier Milei, una de las empresas más históricas del sector tuvo que cerrar sus puertas.

Se trata de Molino Campo Claro, cuyas autoridades anunciaron  su final tras más de 30 años en el mercado de los alimentos, dejando a todos sus trabajadores en la calle. La noticia impactó fuertemente en Carlos Keen, partido de Luján, donde estaba la planta.

En un sentido mensaje compartido a través de sus redes sociales, las autoridades de la firma señalaron que “hemos resistido 30 años, y lo seguiremos haciendo, pero no de esta forma”. “Para nosotros el significado de Campo Claro va mucho más allá de una empresa o de un producto, y sabemos que para vos también", mencionaron.

Con respecto a la finalización de su actividad, utilizaron una metáfora para dejar entrever una luz de esperanza sobre un posible retorno al puntualizar que "por eso te queremos contar que vamos a seguir perdurando, como una semilla guardada en la tierra hasta que vengan buenos tiempos".

Posteriormente, graficaron los problemas: "Lo que no funciona más es el sostén económico de nuestra producción y de la fuerza de trabajo que la hacen posible. Con errores y aciertos, hemos aguantado lo inimaginable para sortear los desafíos que nos tocaron, pero hoy, nuestro modelo de trabajo perdió sustentabilidad".

¿Por qué cerraron?

Las autoridades de Molino Campo Claro basaron su respuesta sobre el contexto actual del sector y precisaron que "los pequeños productores de la agricultura orgánica perdemos competitividad contra el capital concentrado".

Nacida en 1995 como un pequeño establecimiento familiar con la elaboración artesanal de harinas integrales y aceites prensados en frío, la empresa deja un vacío importante en la zona de Luján y también de aquellos clientes que consumían sus productos.

"Damos un paso al costado con dolor, enojo y vergüenza, que hoy le ganan al orgullo de todos estos años de trabajo digno, los cientos de toneladas de alimento sano procesados, las miles de familias que nos eligieron para alimentarse conscientemente, y las miles de hectáreas que ayudamos a cuidar del veneno de la agricultura industrial", lamentaron.

De todas maneras, tras comunicar el cierre, manifestaron las ganas de retomar el negocio en caso de que cambie el contexto actual. "Ojalá con el correr de los días recuperemos la esperanza para permanecer vitales hasta que llegue la hora de renacer", expresaron.

También recordaron que "desde sus inicios, la empresa sostuvo la vocación por la investigación y el perfeccionamiento permanente en la elaboración de alimentos saludables, manteniendo viva la impronta de su fundador".