En la era Milei, se revirtió una tendencia histórica: ahora son miles los argentinos que cruzan a Paraguay y Brasil para trabajar en la construcción o en el campo

Si bien no se trata de algo nuevo, este fenómeno se multiplicó ante la crisis económica causada por las medidas del gobierno de Milei, como la desregulación del sector yerbatero. En un municipio de misiones, estiman que 2 mil habitantes se trasladan por día.


 

Miércoles, 10 de diciembre de 2025 11:56

Como los mexicanos que emigran a Estados Unidos sin papeles y posteriormente son perseguidos por Migraciones, 125 ciudadanos argentinos fueron retenidos por la Policía Federal de Brasil en Guaraciaba cuando viajaban rumbo al estado de Santa Catarina para hacer la cosecha de la cebolla y tabaco, lo que evidencia el crecimiento de un fenómeno que antes era poco frecuente: campesinos y obreros de la construcción de nuestro país cruzan la frontera para poder subsistir a raíz de la poco o nula demanda de empleo.

Un detalle no menor es que el traspaso no es sólo individual, sino que ya pasan familias enteras. Por ejemplo, en San Antonio, Misiones, cruzan 2000 personas por día en búsqueda de un puesto laboral. En los rubros donde más ofrecen su fuerza de trabajo son como tareferos en Brasil o en  la construcción en Paraguay, ya que la obra pública está paralizada

La razón por las que deciden trasladarse es que no logran mantener a sus familias y el subsidio que reciben en inter cosechas no les alcanza. Antes ibas a otras provincias, pero ahora lo hacen al extranjero.

Con respecto al mercado yerbatero, el decreto 70/2023 destruyó la industria local, hizo perder facultades al Instituto Nacional de la Yerba Mate, dado que dejó al sector sin poder fijar el precio, controlar calidad de yerba mate importada ni ordenar la cosecha. 

Por eso, miles de familias productoras venden su materia prima a valores irrisorios, están totalmente endeudadas y compiten de manera desigual con el producto importado y las grandes industrias correntinas. Una prueba de eso es que el  kilo de hoja verde se paga al productor entre $250 y $300 cuándo debería hacerse a $700.

Muchas preguntas sin respuestas

El secretario del Sindicato de Tareferos (SITAJA), Antenor Alvenz, llamó a “ser realistas, la gente no tiene para sembrar la tierra, la gente no tiene para comer y de algo tiene que vivir, por eso se van”. Y adelantó:  “Ya nos dijeron, si sigue así, a partir de febrero, no va a arrancar la cosecha… Y esa gente, 17.000 tareferos que están en la provincia, ¿qué hacen? ¿Cómo van a vivir? ¿Cómo va a subsistir? ¿Cómo van a comer?”. 

Los “migrantes” viajan y retornan en la misma jornada o se van con sus familias por más de 40 días. Al respecto, el intendente de San Antonio, Fausto Rojas, contabilizó que “tenemos muchísimos habitantes que cruzan a Brasil, son como 2.000 sanantonienses más o menos, que pasan a trabajar al otro lado”. 

También trazó una comparación con la economía de Brasil y sostuvo que “lo que pasa es que en Santo Antônio do Sudoeste (lado brasileño) hay muchas industrias, y, gracias a Dios, nuestra gente tiene trabajo de ese lado, porque si no, la situación iba a estar complicadísima. Hay trabajo y se gana mejor”.

Bienvenidos a San  Antonio, aquí  no termina el país, aquí comienza la patria” reza el cartel del municipio gobernado por Rojas, el cual ahora pierde a sus habitantes.

No obstante, lamentó las consecuencias sociales que trae aparejado ese fenómeno y cómo impacta la crisis en la población del lugar: “Cada vez más familias golpean las puertas del municipio en busca de ayudas esenciales, la gente viene y no tienen para pagar la luz, no les alcanza. Necesitan chapa, vivienda, colchones, y se nos complica. Incluso viene gente que nunca antes había pedido asistencia. La gente cruza porque necesita trabajar. Gracias a los brasileños, nuestra gente puede subsistir”.

Los destinos elegidos

El intendente de Bernardo de Irigoyen, Eduardo Chichín Aquino, señaló que la situación  “es triste porque la falta de industrias y fuentes de trabajo hace que la gran mayoría de esta gente que antes emigraban a Corrientes o Entre Ríos a trabajar en la reforestación o otras tareas de campo,ahora están optando por tratar de ir a Brasil para que la cosa le rinda un poco más”.

Ese fue un gran reclamo que siempre hemos tenido porque nuestra situación es netamente comercial. La columna vertebral de la economía es el comercio y cuando el comercio se resiente, se resiente todo”, mencionó. 

Aquino recordó que “antes era en menor escala, ahora se multiplica porque hay familias enteras que se van a 200, 300, 400 kilómetros por 30, 40 días a tratar de trabajar en trabajos rurales fundamentalmente, pero también acá gran cantidad de jóvenes están trabajando del otro lado de la frontera”. 

Las localidades elegidas por los que viven en Bernardo de Irigoyen son ciudades cercanas, como Dionísio Cerqueira o San Miguel, a 80 kilómetros, y vuelven a Irigoyen.

Finalmente, la secretaria general del Sindicato Único de Obreros Rurales (SUOR) de Misiones responsabilizó al Gobierno por la crisis y confirmó que “cuando termina la cosecha  se van a Brasil por los beneficios de allá y la incertidumbre del nuestro, esa situación genera un grave problema en las familias”.

Hace dos años que trabajamos a pérdida. El desarraigo es muy feo. Este gobierno vino a destruir las economías regionales. Las familias de los trabajadores agrarios se rompen porque acá no hay trabajo. A veces viajan y no se sabe en qué condiciones, tuvimos que rescatar a varios trabajadores que no les querían pagar. Se van desesperados en busca de un trabajo y no saben ni a dónde llegan”, concluyó.


 

OTRAS NOTICIAS
OTRAS NOTICIAS