Unos 500 despidos se sumaron a la larga lista de cesantías que se vienen generando en el país, producto de la política libertaria. Un rápido recuento muestra que hay 486 empleados en el último mes despedidos en la era de Javier Milei: una fábrica de hamburguesas de Santa Fe, una química y dos de cerámica, en Pilar y Luján, más grandes empresas como Mirgor, Acindar, Globant, presentan o suspensiones por menor demanda, despidos o programas de retiros voluntarios, pago de sueldo en cuotas y otras medidas que afectan las relaciones laborales.
En ningún caso, hubo salvatajes ni intervención internacional, como fue la asistencia del Tesoro de Estados Unidos al Banco Central para evitar las consecuencias económicas y políticas de la ofensiva del mercado contra el dólar. Desde diciembre de 2023, en que llegó el nuevo gobierno, hasta junio, se perdieron 272.880 puestos de trabajo formales. Es una merma que asciende a los 15 mil puestos mensuales. Si se les suman los no registrados, se llega a una destrucción de 30 mil por mes, casi 500 mil en 18 meses.
Tras un leve aumento en junio, el séptimo mes del año presentó una disminución del 0,2 por ciento en el empleo privado registrado en empresas con más de diez empleados, considerando el total de las zonas urbanas relevadas. Los descensos más pronunciados se observaron en la Construcción y en los Servicios financieros, ambos con una baja del 0,5 por ciento.
Últimos casos
El cierre repentino de una fábrica de galletitas en Chascomús Tía Maruca y la notificación verbal que se hizo a los empleados que fueron a la planta sembró incertidumbre a la localidad bonaerense de 35 mil habitantes. Simultáneamente, ingresaban a las instalaciones camiones a retirar materia prima y equipamiento. La clausura se concretó sin aviso previo ni garantías de indemnización e impactó no solo en los trabajadores, sino también en el entorno local.
Al día siguiente, los empleados concurrieron a una audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense, inicialmente convocada por atrasos en el pago del medio aguinaldo. Sin embargo, la reunión derivó en un reclamo urgente de intervención estatal ante el cierre de la planta y la falta de garantías para los trabajadores. Tía Maruca ya había clausurado en agosto de este año una planta en San Juan, y dejó a decenas de familias sin empleo.
Hasta el cierre de Chascomús, operaba en total cinco plantas: dos en Luján, dos en Ituzaingó y la ahora clausurada, con una capacidad de producción anual de aproximadamente 15 mil toneladas de galletitas. La firma llegó a controlar cerca del 5 por ciento del mercado nacional de galletitas. Sin embargo, la situación financiera comenzó a deteriorarse dos años después, con retrasos en los pagos de salarios y deudas millonarias, lo que derivó en concurso preventivo.
Sectores afectados
El sector Transporte, almacenamiento y comunicaciones disminuyó un 0,3 por ciento, el Comercio, restaurantes y hoteles cayó un 0,2 por ciento, y los Servicios comunales, sociales y personales registraron una baja menor, del 0,1 por ciento.
Empresas de electrónica y cerámica se han visto obligadas a reducir su personal, generando un clima de incertidumbre y preocupación entre los trabajadores. La situación refleja un panorama económico complejo, marcado por la caída de la producción y la creciente presión de la importación