Otro duro golpe a la economía de Santa Fe: una fábrica de generadores eléctricos echó al 90 % de su personal para transformarse en una mera importadora

La firma conocida como Cramaco despidió a 35 trabajadores. Principalmente, fueron afectados los del área de producción y también los que desempeñaban labores en las oficinas. Comercializará y distribuirá equipamientos provenientes de China.

Miércoles, 26 de noviembre de 2025 11:15

La población de la localidad santafesina de Sastre quedó impactada al enterarse de que una de las empresas que más aportaba a la economía local decidió despedir al 90 % de su personal, ya que dejará de producir tanto los generadores como los alternadores eléctricos en su planta y solamente se dedicará a comercializar y distribuir los equipamientos que provengan de China.

Se trata de la compañía DBT, también conocida como Cramaco, cuyos responsables decidieron echar a 35 personas. De esta manera, la firma que está asociada a la española Himoinsa, se transformará en una importadora más. 

Las desvinculaciones no discriminaron sectores dado que, además de afectar principalmente al área de producción, alcanzó a quienes realizaban sus labores en las oficinas.

La noticia fue comunicada al personal durante el mediodía del martes en una reunión, en la que se dejó entrever que pasará a trabajar bajo una logística de importación: los generadores y alternadores llegarán desde el gigante asiático, bajarán del contenedor y se subirán al camión para ser repartidos dentro de Argentina.

Antes, en su página web, presumía: “Fabricamos generadores de corriente alterna para grupos electrógenos tanto de uso comercial como industrial. Somos líderes en el mercado local con un market share de 85%. Exportamos más de 50.000 alternadores a diferentes países de América, Europa y Asia”.

 

¿Un cambio predecible?

 

De esta manera, Sastre, que cuenta con 6.000 habitantes, vive uno de sus momentos más complicados de su historia socio-económica con las nuevas cesantías. Sin embargo, en septiembre del año pasado, echaron a 16 empleados con mucha antigüedad, algunos tenían entre 20 o 22 años de antigüedad mientras que otros sólo llevaban meses en la firma.

La justificación que brindaron desde la compañía estuvo basada en la abrupta caída de las ventas, en un contexto donde la producción estaba paralizada.

Hasta el noveno mes del 2024, contaba en stock 120 grupos electrógenos, mientras que mensualmente vendía entre 10 y 12. Es decir, la demanda estaba abastecida en buena forma.

Las importaciones, las aliadas de la desindustrialización

Uno de los operarios en su momento subrayó; “La competencia desleal que tenemos es la apertura de importaciones. Si la empresa empieza a traer de China los alternadores, que son nuestra gran producción, creo que va a haber más despidos. A los alternadores los hacemos íntegramente acá, desde la primera chapita hasta la última, se los bobina y, para hacer los grupos, se los ensambla a un motor que viene de Japón”.

Cramaco comenzó a funcionar en 1947 y, con el correr de los años, se consolidó como un motor productivo para Sastre. En 1999 la firma cambió de dueños y pasó a llamarse DBT S.A., en alusión a Druetta, Bearzotti y Talano, los apellidos de sus nuevos propietarios. Cuatro años más tarde, la compañía se asoció con la multinacional española Himoinsa.