La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) informó que en el día de hoy se desarrolló una nueva audiencia paritaria en el ámbito de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), con el objetivo de discutir una urgente recomposición salarial para los trabajadores rurales.
Una vez más, según la entidad gremial, el intento de diálogo fue “saboteado por la actitud totalmente intransigente, provocadora y ofensiva” de las entidades empresarias que integran la CNTA: Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO) y Federación Agraria Argentina (FAA).
De acuerdo a UATRE, estas entidades “se niegan sistemáticamente a reconocer el deterioro brutal del poder adquisitivo de nuestros compañeros y pretenden imponer aumentos miserables que ni siquiera alcanzan para cubrir la canasta básica alimentaria. En otras palabras: quieren institucionalizar el salario de hambre y consolidar la pobreza del trabajador rural”.
Desde el sindicato afirmaron “con total claridad: no vamos a convalidar paritarias de miseria ni a firmar ningún acuerdo que legitime la explotación y el empobrecimiento del peón rural. La dignidad de nuestros trabajadores no se negocia. Exigimos condiciones laborales justas y un salario digno”.
“Vamos a defender cada derecho, cada conquista y cada puesto de trabajo con todas las herramientas legales y gremiales que hagan falta”, añadieron.
Exigen una paritaria justa
Asimismo, aseguraron que “no vamos a ser cómplices de los salarios de miseria que pretenden imponer las entidades empleadoras, ni vamos a permitir que el ajuste siga recayendo sobre las espaldas de las trabajadoras y los trabajadores”.
Y concluyeron: “Exigimos una paritaria justa, que reconozca el valor del trabajo rural y garantice condiciones de vida dignas para las familias que sostienen el campo”.
Un panorama ya anticipado
Hace una semana, UATRE denunció el estancamiento de la negociación paritaria ante la propuesta inaceptable del sector empresarial, que, según la entidad gremial, se niega a reconocer el impacto del aumento del costo de vida sobre el poder adquisitivo de los trabajadores rurales.
En este sentido, los integrantes del sindicato consideraron que la situación de los trabajadores rurales es “crítica”. También, señalaron que “a pesar de que su salario promedio no alcanza para cubrir la canasta básica, los productores se niegan a ofrecer aumentos salariales justos”.
En aquél momento, recordó que la última oferta de la patronal fue un 0% de aumento en junio, 1% en julio y 1% en agosto, más una suma no remunerativa $6.000 (en julio y agosto), la cual fue rechazada de plano por el gremio, que exige una recomposición real del salario rural y un esquema de actualización que contemple la suba sostenida del costo de vida.
“La situación es crítica. No vamos a aceptar aumentos de miseria mientras nuestros compañeros no pueden cubrir ni la canasta básica”, señalaron desde la UATRE. La remuneración mínima del peón general es de $828.764,25 pesos, mientras que el mínimo necesario para que una familia no sea considerada pobre, que según el INDEC es de $1.100.267.
Asimismo, sostuvieron que los ítems más sensibles del gasto familiar, como alimentación, vivienda, servicios básicos, transporte y comunicaciones, han aumentado muy por encima del promedio general, golpeando de lleno a los trabajadores rurales.