La actividad metalúrgica cayó más de 6 puntos en agosto y hay alarma por la multiplicación de conflictos

Los datos de la entidad empresarial ADIMRA confirman el malestar del sector, que vive uno de los momentos más complicados, y está incluso por debajo de la pandemia. La conducción nacional de la UOM se pone al frente de la lucha y no se descarta un paro nacional.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Martes, 16 de septiembre de 2025 08:00

Con 70 años de antigüedad, la compañía Metalúrgica Rosarina Fundición SRL, dedicada a fabricar y comercializar repuestos a otras firmas de renombre y exportarlas, anunció el fin de semana el despido de la mitad de sus trabajadores, lo que puso a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en alerta. La noticia generó malestar, ya que las cesantías se dieron por mensaje de WhatsApp, que además de notificar los despidos se infirmó que se pagarán las indemnizaciones en cuotas. De esta forma, la firma se suma a una larga lista de conflictos en el sector, que incluye a gigantes como las plantas del grupo Techint.

El argumento que esgrimen las patronales es casi el mismo: las pésimas condiciones generadas por las medidas libertarias, fundamentalmente la apertura total de las importaciones y la baja demanda del mercado interno. En el caso de la firma rosarina, lo dijo explícitamente, lo que marca una de los peores escenarios de las últimas décadas. El informe mensual de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) confirma esta tendencia, y marca la preocupación que comparten trabajadores y empresarios.

La nueva baja de la actividad metalúrgica superó los seis puntos, lo que promete aumentar la conflictividad. Desde el gremio ya hablan de una posible “medida de fuerza nacional”, mientras acompañan los reclamos, como hizo el propio secretario general Abel Furlán en la localidad de Firmat, donde marchó con los empleados de Vassalli.

El informe de ADIMRA llega en momentos que los conflictos en el sector metalúrgico se multiplican. Durante agosto del 2025, confirmaron, la actividad metalúrgica registró “una variación interanual de -6,1 por ciento y una disminución de -2,3 por ciento respecto al mes pasado”. De esta manera, agregó el trabajo al que tuvo acceso Data Gremial, “el sector acumula un crecimiento de 1,6 por ciento durante el año, en la comparación contra el mismo período del 2024”.

Por otro lado, la utilización de la capacidad instalada (UCI) “registró una caída de 3,2 puntos porcentuales con respecto al mismo mes del año previo”. De esta manera, se encuentra en “uno de los valores más bajos en términos históricos”. Por rubros,  los sectores de Maquinaria Agrícola (-1,9 por ciento) y Carrocerías y Remolques (6,8 por ciento), que venían liderando el crecimiento desde comienzos de año, “evidenciaron una desaceleración significativa”.

En el caso de la maquinaria agrícola, el desempeño “pasó por primera vez a terreno negativo en 2025, interrumpiendo la tendencia de recuperación. Carrocerías y Remolques, si bien se mantuvo en alza, lo hizo a un ritmo mucho más moderado que en meses anteriores”.

En contraposición, insistió ADIMRA, los sectores de Autopartes (-12,6 por ciento), Fundición (-14,4 por ciento) y Bienes de Capital (-8,1 por ciento) “profundizaron sus caídas, consolidando un escenario complejo y sin señales claras de recuperación”. Estos rubros continúan siendo “los principales focos de debilidad dentro del entramado metalúrgico”.

El resto de segmentos también mostraron retrocesos: Otros Productos de Metal (-7,1 por ciento), Equipos y Aparatos Eléctricos (-3,4 por ciento) y Equipamiento Médico (-1,6 por ciento) interrumpieron la leve tendencia positiva que habían registrado en los meses previos. En síntesis, concluyeron desde la entidad patronal, “la dinámica sectorial de agosto reflejó un cambio de tendencia respecto a la primera mitad del año: los motores de crecimiento como Maquinaria Agrícola y Carrocerías y Remolques comenzaron a perder impulso, mientras que los sectores más rezagados acentuaron sus dificultades, configurando un panorama de contracción generalizada”.

En cuanto a la geografía de la crisis, la provincia de Buenos Aires con una baja del 8,7 por ciento “se consolidó como la provincia de peor desempeño relativo, con una caída más profunda que en meses anteriores, sin lograr estabilizar su trayectoria”. Esta situación puede ser parte de la explicación del categórico triunfo del peronismo bonaerense, y el castigo de los votantes al oficialismo nacional en ese territorio.

Múltiples conflictos

Estos números, que hacen que la actividad esté en algunos casos en niveles de la pandemia, cuando las restricciones por el coronavirus “plancharon” la economía argentina. Todos los días, aparecen empresas en conflictos, con suspensión de personal, baja de persianas o despidos. Por eso, crece la idea de una medida de fuerza a nivel nacional, algo que comenzó a circular cuando la UOM apuntó contra el Grupo Techint    por la situación salarial y las cesantías en sus plantas. “Está en la agenda”, le dijo a Data Gremial un dirigente del gremio, que suele estar seguido por la sede de la calle Alsina.

Si bien la conducción nacional mantiene el apoyo a las medidas locales, como pasó en Firmat con los trabajadores de Vassalli, el deterioro del empleo metalúrgico pone la medida de fuerza como alternativa en el horizonte. “Perdimos en todo el país más de 25 mil puestos laborales”, agregó el mismo dirigente.

Los datos marcan que ni las grandes plantes de una multinacional como Techint o las pymes y micro pymes sufren por igual el modelo libertario. Por eso empresarios y trabajadores coinciden que las políticas actuales son muy perjudiciales, como afirman desde ADIMRA. “La industria nacional atraviesa niveles productivos muy bajos, que ni siquiera alcanzan a revertir la profunda caída de 2024”, dijo la entidad empresarial.

Además, remarcó: “Necesitamos políticas activas que reconstituyan el tejido productivo, porque de lo contrario los niveles actuales pondrán en riesgo el empleo. La salida para el país es con más industria y con todos los sectores trabajando en conjunto”. Mientras las advertencias siguen creciendo, los conflictos se multiplican. Los casos más conocidos se suman a los despidos “por goteo”, y se vuelven el ejemplo más visibles de la destrucción productiva que plantea la Casa Rosada.

Duras críticas

Con estos conflictos en plena ebullición, el titular de la UOM se puso al frente de la pelea. Primero desafiando directamente a Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint, a quien responsabilizó de la situación en sus plantas en general y del mercado laboral, por su relación con el secretario de Trabajo Julio Cordero, ex integrante de su empresa y responsable de instrumentar el techo salarial actual.

Tenemos que empezar a esclarecernos, pero también ver cómo nos organizamos para la resistencia. Y como esto va a tener un fin, ese fin no nos tiene que encontrar sin saber qué hacer. Tenemos que tener una propuesta. Tenemos que tener un programa porque cuando lo tuvimos, pudimos decir qué país queríamos”, dijo Furlán en un reciente encuentro con otros dirigentes sindicales como Daniel Yofra (aceiteros) y Rodolfo Aguiar (ATE), donde analizaron el actual escenario y la posibilidad de unificar las luchas.

Además, Furlán comparó la gestión del presidente Javier Milei con una dictadura militar. Además, instó a definir una estrategia de “resistencia” frente a lo que describe como un modelo político que, según él, “no ha cambiado”.  Durante su discurso ante unos 200 delegados sindicales, Furlán sostuvo que “este es un escenario muy parecido al de la dictadura” porque —afirmó— el proyecto político vigente “no ha cambiado”. Añadió: “Ya no lo hacen con un ejército, porque hoy con un celular son más contundentes que con una ametralladora”. Furlán cargó contra el actual modelo económico, al que acusó de depender cada vez más de la deuda externa. Criticó el daño al entramado productivo y advirtió que, de no modificarse, “vamos a terminar discutiendo si se llevan los recursos naturales para pagar la deuda”. En ese sentido, reivindicó la necesidad de industrializar dichos recursos como forma de garantizar salarios dignos y soberanía nacional.

Por esta postura beligerante, el titular de la UOM es uno de los señalados por el sector combativos del sindicalismo, para transformarse en el único secretario general de la CGT, en la próxima renovación de autoridades que se celebrará el 5 de noviembre, en el estadio de Obras Sanitarias.

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