Acompañado por su vicegobernadora y su ministro de Trabajo, enlace con los gremios, el gobernador bonaerense Axel Kicillof tuvo una cumbre con la conducción de las tres centrales obreras del país, en la previa de la marcha en conmemoración del Día del Trabajadores, el mandatario llegó a la reunión con la expectativa de mantener los buenos vínculos con el movimiento obrero, en momentos que debe afrontar el inicio de la campaña electoral y la pelea interna en el peronismo. Decidido a sostener su estrategia de desdoblar los comicios y enfrentarse definitivamente a La Cámpora y el kirchnerismo en territorio bonaerense, Kicillof tiene en los dirigentes sindicales uno de sus aliados más importantes, junto a muchos intendentes. En este caso, los jefes comunales a lineados están en la Federación Argentina de Municipios (FAM), que lidera Fernando Espinoza, quien estuvo en la reunión pese a sus problemas legales. Luego de la reunión, la mesa chica de la CGT se reunió con lados fracciones de la CTA, donde hablaron de los pasos a seguir en este plan de lucha contra el modelo libertario, rompiendo una relación que hoy parece no tener retorno.
Kicillof se reunió con los dirigentes sindicales a quienes les pidió respaldo para enfrentar el ajuste libertario, y de pasó sostenerlo en la interna del peronismo. Participaron de la reunión los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello; de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; de la CTA Autónoma, Hugo Godoy; y secretarios generales de distintos gremios de los tres espacios. hasta ahora, las fracciones bonaerenses de las dos CTA se alinearon con su administración, incluyendo la promoción de una política del multisectoriales que se despliegan en el conurbano, y que sustentan territorialmente al gobierno.
Esta cumbre fue especialmente importante, marcaron fuentes consultadas por Data Gremial, ya que por primera vez fracasó la paritaria con los estatales, centrales en las estructuras de las dos centrales obreras, y hay temor que esa tensión dañe la relación. “Ya tenemos otra convocatoria, por ahora las cosas siguen su curso normal”, dijeron algunas de las fuentes consultadas.
En cuanto a la CGT, la alianza es más nítida en estos momentos. Mientras la dirigencia mantenía su política dialoguista, no hubo demasiado espacio para mostrarse con el gobernador. Pero ahora, con el plan de lucha lanzado, la cosa cambió. Uno de los datos claves es que Daer anunció que no buscará ser reelegido como integrante de la nueva conducción, y se lanzó la carrera por su sucesión. El encargado de mantener la relación de los gremios y la gestión bonaerense es Walter Correa, ministro de Trabajo y referente de la Corriente Federal de los Trabajadores, que en varios momentos fue crítico del triunvirato cegetista. El funcionario se mantiene en el entorno de Kicillof, y si bien en teoría fue cercano al kirchnerismo, no tendrá pensado romper con la gestión.
En rigor de verdad ningún ministro o funcionario abandonó su cargo una vez que la pelea se lanzó. “No descartamos que nos pidan las renuncias”, contestó un hombre cercano a un ministro camporista, que por ahora sigue en su cargo pero todos admiten que el tema “es día a día”. Si Correa deja su cargo, la cercanía con la dirigencia sindical podría darle espacio para proponer un nombre.
Encuentro sindical
En tanto, luego de la visita de Kicillof, las tres centrales tuvieron un encuentro a puertas cerradas para analizar el plan de lucha que comenzó con el tercer paro general y lleva varias movilizaciones. El encuentro, realizado en el marco del Día del Trabajador, tuvo como eje principal la conformación de un frente unificado contra las políticas de ajuste impulsadas por el presidente Javier Milei, apoyado en la figura de Kicillof.
En la jornada se cursaron invitaciones a otros mandatarios, pero la presencia estelar fue la del bonaerense. Según expresaron los dirigentes, el objetivo de la cumbre fue “unificar un análisis sobre las consecuencias de las medidas económicas de Milei, que están destruyendo la producción y el trabajo nacional, y una salida en conjunto para impedir que el gobierno nacional fortalezca su modelo de hambre".
Uno de los discursos más enfáticos fue el de Espinoza, quien denunció el impacto del ajuste sobre el empleo y las pequeñas empresas. “En pocos meses se han perdido 200 mil puestos de trabajo y han cerrado más de 30 mil pymes”, afirmó el jefe comunal de La Matanza, subrayando las consecuencias directas de las políticas aplicadas por el Gobierno nacional. Durante la cumbre, ambos dirigentes dejaron en claro que el pueblo organizado, junto con los intendentes bonaerenses, será una pieza clave para frenar el avance del plan económico de Milei.
“Vamos a defender la justicia social y la dignidad de los trabajadores y trabajadoras”, manifestaron. La reunión celebrada en la CGT dejó como saldo una alianza fortalecida entre el sindicalismo y el peronismo bonaerense. Con una mirada común sobre las consecuencias del modelo libertario y la convicción de construir una alternativa electoral en defensa de los derechos laborales, la cumbre marcó un punto de inflexión en la estrategia opositora frente al Gobierno nacional. En el marco del encuentro, la presencia activa de La Matanza volvió a marcar su peso político dentro del peronismo. Tanto Espinoza como Magario encabezaron la columna del distrito en la marcha por el Día del Trabajador, reafirmando el rol protagónico de la comuna, históricamente considerada como la “Capital del Peronismo”.
Clima de tensión
En esta nueva etapa, la idea de pisar las paritarias por parte del gobierno alineó a la dirigencia detrás del plan de lucha. En la Casa Rosada mantienen esa apuesta, y afirmaron que no homologarán acuerdos por encima del 1-2 por ciento, lo que supone más conflictividad. El paro de los metalúrgicos y los colectiveros parece abrir el camino, y muestra que dialoguistas y combativos se van a movilizar cuando de salarios se trata. En el primer caso, el titular de la UOM Abel Furlán es uno de los referentes más cercanos al kirchnerismo, aunque también tiene buena relación con la gestión bonaerense. el caso de Roberto Fernández es más complicado, y quedó expuesto al no sumarse al tercer paro de actividades de las tres centrales obreras. De hecho, este lunes hubo rumores de un posible acuerdo con las cámaras empresariales, lo que hizo que algunas comisiones internas decidieran movilizarse para garantizar la protesta de hoy martes.
En este contexto, las promesas de las centrales obreras es mantener la unidad. “Hicimos juntos el 24 de marzo, el 8 de marzo y el 1 de febrero. Quien diga que nuestro pueblo hoy no se moviliza contra este gobierno, miente descaradamente y nuestra responsabilidad es darle sentido a esas movilizaciones”, dijo Godoy, de la CTA Autónoma, sobre el clima de conflicto y la unidad con el resto de las entidades y el gobierno provincial. “Los trabajadores y las trabajadoras tenemos condiciones para que no se pueda seguir saqueando ni nuestros bolsillos ni la riqueza de la patria. También queremos recordar al Papa Francisco como ciudadano del mundo”, señaló el dirigente.