El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que el Gobierno mandará al Congreso el proyecto de reforma laboral donde, entre otras cosas, establece que “si alguien quiere cobrar el 100 % de su salario en dólares lo podrá hacer”, durante el 61° Coloquio de Ideas, donde también se refirió sobre la intención de modificar el sistema tributario actual.
Durante su exposición ante un auditorio nutrido de empresarios, Adorni consideró que “el estancamiento macroeconómico y la sobrerregulación del mercado del trabajo nos llevaron a una década y media perdida en términos de formalización laboral”, por lo que afirmó que “necesitamos que las empresas puedan y quieran contratar gente".
Asimismo, basado en la perspectiva libertaria con respecto a la relación laboral, instó a que “tenemos que dejar de pensar que contratar a un empleado es prácticamente adoptarlo". Además, mencionó que buscan "recomponer el vínculo entre el trabajador y la empresa", el cual está "profundamente dañado por el exceso de burocracia y litigiosidad", en clara alusión a lo que llaman “la industria del juicio”. En ese sentido, transparentó la intención de “quitarle poder a los agentes que buscan dañar para su propio beneficio".
El funcionario también adelantó que "tenemos como objetivo otorgar mayores libertades a la hora de pactar contratos laborales, ofreciendo la posibilidad de fijar el contrato en la moneda en la que ambas partes decidan". "Si alguien quiere cobrar el 100% de su salario en dólares lo podrá hacer", detalló.
El portavoz enmarcó estas declaraciones en un plan de la administración para los próximos dos años. De esa manera pronunció: “Ya le dedicamos los primeros dos años de nuestro Gobierno a estabilizar el descalabro económico heredado. Ordenamos el plano fiscal, el plano monetario y el plano cambiario. Ahora, en nuestro segundo bienio de mandato vamos a llevar a cabo las reformas profundas para tener una economía competitiva".
¿Qué otros cambios busca el Gobierno en el mundo del trabajo?
En pleno acto de campaña en San Nicolás , el presidente de la Nación, Javier Milei, a pedido del Fondo Monetario Internacional, adelantó la presentación del proyecto de reforma laboral donde combinó promesas de desregulación con guiños al empresariado, Milei sostuvo que los convenios colectivos “están vigentes desde hace más de 70 años” y que deben ser renegociados “para fomentar el vínculo entre las partes empleadora y sindical”.
Asimismo, nombró los objetivos de digitalizar los procesos de contratación, eliminar trabas burocráticas y permitir que los contratos se pacten en dólares o cualquier otra moneda, sin límites legales.
Otra de las ideas retomadas por Milei fue la creación de un “banco de horas”, mecanismo que permitiría compensar jornadas de trabajo según las necesidades de la empresa. Esta figura ya fue rechazada en anteriores debates legislativos por sindicatos industriales y de servicios, que advirtieron que el sistema favorecería la precarización y la sobreexplotación laboral al diluir el pago de horas extras y recargar los turnos productivos.
Reforma tributaria
En otro orden, el portavoz mencionó que “presentamos un programa de reforma tributaria orientada a la simplificación de impuestos", la cual contempla la eliminación de "20 impuestos que entorpecen la economía sin tener ningún impacto recaudatorio". "Este es el primer Gobierno que está dispuesto a eliminar cualquier impuesto que crea necesario", mencionó.
Posteriormente ,puso el foco en la informalidad, la cual definió como "un problema muy grave que hace que se distribuya ineficientemente la carga fiscal".
En ese sentido, aseguró que “tenemos que generar los incentivos para que la gente quiera facturar y blanquee sus ingresos. El norte es reducir radicalmente el costo argentino".
Finalmente, y sin importarle el contexto actual de la industria, manifestó: "Queremos que las pymes se conviertan en grandes empresas y que las grandes empresas argentinas se coman el mundo".