Al menos 25 heridos dejó la feroz represión de la Gendarmería de Bullrich en una manifestación de apoyo a los trabajadores despedidos de Georgalos

Sucedió en las primeras horas de la mañana cuando los empleados y activistas de diferentes organizaciones sociales, sindicales y políticas protestaban en la Autopista Panamericana. Lucas Bofante, referente del movimiento estudiantil, denunció que le “rompieron la cabeza”.
 

Martes, 08 de julio de 2025 10:17

Al menos 25 personas heridas dejó como saldo la represión ejecutada por efectivos de Gendarmería Nacional sobre trabajadores de la ex empresa Georgalos que se disponían a cortar el tránsito en el acceso Norte de la Autopista Panamericana, a la altura de Tigre, para exigir la reincorporación de empleados despedidos, el fin de prácticas antisindicales y el cumplimiento de la conciliación obligatoria, así como la intervención de ministro de Trabajo bonaerense, Water Correa, para que garantice la medida.

En el medio una inmensa neblina, los operarios cesanteados recibieron el apoyo del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA), organizaciones sindicales, sociales y políticas como Ademys, Comisión Interna y despedidos de Molinos, Comisión Interna de Frigorífico Rioplatense, SUTEBA Tigre, SUTEBA Marcos Paz, Madygraf, MTE, SUTNA, Comisión Interna Mondelez, trabajadores de Secco y referentes del Frente de Izquierda como Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Celeste Fierro, Juan Carlos Giordano, entre otros.

Todo comenzó a las 6 de este martes cuando se concentraron  frente a las puertas de la planta fabril, ubicada en la calle Uruguay 3911, en la localidad de Victoria. Alrededor de 100 personas emprendieron una caravana sobre la autovía y cortaron el tránsito durante 10 minutos, hasta que aparecieron los uniformados de la mencionada fuerza de seguridad federal.

Los agentes avanzaron sobre las columnas de manifestantes, cuando ya había dos carriles liberados. Hubo empujones, golpes, palazos y se escucharon estallidos disuasorios efectuados por los uniformados. 

Críticas al Ministerio de Trabajo bonaerense

Lucas Bonfante, el presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), fue uno de los manifestantes lastimados. “Me rompieron la cabeza”, denunció e informó que el gobierno desplegó un operativo enorme “para defender la empresa”.

Somos estudiantes qué nos solidarizamos con la lucha y la respuesta son los palos”, sintetizó Bofante mientras mostraba los vendajes sobre su cabeza producto de las heridas provocadas por los numerarios de Gendarmería.

En tanto, Nicolás Del Caño contabilizó “más de 25 heridos en la protesta de los trabajadores de Georgalos”. “La empresa ataca los derechos obreros y despide violando el derecho a huelga. El gobierno de Kicillof  no hace nada para que se cumpla la conciliación obligatoria. Basta de despidos y represión”, apuntó.

Asimismo, Myriam Bregman declaró que “estamos acompañando a los trabajadores, no puede ser que les peguen así a la gente”. En sintonía con su compañera de espacio, enfatizó: “Los trabajadores de varias fábricas que se acercaron en solidaridad denuncian que el Ministerio de Trabajo de la Provincia deja que las empresas incumplan la Ley y pisotee sus derechos. ¡Reincorporación ya! ¡Tienen todo nuestro apoyo!”.

El inicio

Según la Comisión Interna, los cinco despidos, que empezaron el conflicto, se produjeron “sin causa” después de que el personal cesanteado participó en un paro convocado por el Sindicato de la Alimentación (STIA).

Todo se remonta a cambios en el área de chocolates: la reducción de personal por máquina y el incremento de la producción. Esta situación tuvo como consecuencia que se duplicaran los ritmos con más horas de trabajo, y poco descanso. Frente a este hecho, la comisión interna y el sindicato promovieron paros consecutivos para los últimos días de mayo.

Luego de dilaciones en una mesa de negociación suspendida por la empresa, los operarios fueron desvinculados. La parte empresaria los acusó de “sabotaje” y haber ocasionado perjuicios económicos comerciales. “La empresa pretende aumentar los ritmos de producción, haciendo lo mismo con menos personal. Frente a eso hicimos un paro legal. Pero en lugar de negociar, despidieron compañeros”, mencionaron.