El Grupo Techint extorsiona a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con cerrar la planta siderúrgica Ternium, de San Nicolás, si los trabajadores no desisten de los reclamos salariales que llevan a cabo actualmente, lo que implicaría una sangría laboral en el distrito bonaerense, ya que viene de sufrir la el despido de 150 empleados de la firma química Atanor, cuyos dueños decidieron bajar las persianas.
Precisamente, la compañía amenazó con dejar sin efecto el funcionamiento del alto horno, el corazón del establecimiento. Las consecuencias para la región serían terribles porque Techint es el principal empleador con casi diez mil trabajadores, entre directos e indirectos y perjudicaría a la población de Ramallo y zonas aledañas.
La fuerte disputa proviene desde hace aproximadamente un mes, cuando se cerraron primero y homologaron luego acuerdos paritarios para otras ramas, como la metalúrgica y la metalmecánica, por 3,3 por ciento en abril, 1,2 en mayo, 1,1 en junio; 1 en julio; y 1 en agosto, de carácter acumulativo, pero no lo hicieron en la siderurgia.
Lejos de calmar los ánimos, y ante la posibilidad de la ejecución de medidas de fuerza gremiales, desde la patronal realizaron una denuncia ante el ministerio de Trabajo por “medidas ilegítimas de acción sindical. Como respuesta, recibió una contradenuncia por incumplimiento.
En una asamblea improvisada en la sede de la UOM nicoleña, el secretario general, Naldo Brunelli, acompañado de su secretario de Acción Social, Luis Sánchez, realizó un discurso frente a los operarios que aguardaban afuera de dicha sede sindical.
¿Cuáles son los principales reclamos?
A los problemas relacionados con el cobro de los salarios, hay que sumarle a los vinculados con condiciones de seguridad e higiene, así como el estrés que sufren los obreros. Esas denuncias redundaron en una conciliación obligatoria por diez días. Concluido ese período, la conciliación se renovó dos veces, por diez días más cada una. Sin embargo, la última prórroga finalizó hace días y ahora se realiza una retención de tareas.
Al respecto, según Página/12, Brunelli reveló que “nosotros aclaramos que en la audiencia ante los funcionarios que el problema es económico, porque la mayoría de los salarios son de hambre", y señaló que "quieren hacer una parada técnica”. Algo que desde el rubro consideraron poco frecuente en esta época del año, pero que tampoco descartan el cierre.
En ese sentido, el dirigente rememoró que "en tiempos de Agostino Rocca (fundador de Techint) uno de los hornos estuvo parado años, a un costo de siete millones de dólares por mes, pero Agostino ya no está".
"Nos quieren poner entre la espada y la pared, pero no estamos en condiciones de recular. Si no hacen ninguna propuesta, no vamos a levantar las medidas, si hace una propuesta nos sentamos a hablar", enfatizó.
Asimismo, Sánchez leyó los fundamentos de los abogados del sindicato, en el que rechazaron los señalamientos por parte de la empresa de dañar o poner en peligro las instalaciones necesarias para el proceso productivo.
Finalmente, Trabajo dictó una nueva conciliación, esta vez por quince días.
Paolo Rocca, en un escenario complejo
El principal directivo de la multinacional ítaloargentina con sede en Luxemburgo desde hace meses que critica al Gobierno por dos aspectos de su perspectiva económica: el atraso cambiario, que perjudica el costo operativo en dólares, y la apertura de las importaciones, la cual facilitó el ingreso de planchas de acero de China y Brasil.
"Con Brasil estamos 15 por ciento arriba, con una reingeniería se podría acomodar, pero con China la diferencia es 50 por ciento, así es imposible", sostuvo en noviembre de 2024. Sin embargo, el jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, lo cruzó al remarcar que "no va a haber una Argentina proteccionista".
No obstante, existe otro punto que Rocca no hizo público, pero que la UOM detalla: la caída de la demanda causada por el mal momento de la construcción, tanto privada como pública; la dura actualidad de la actividad agropecuaria, y a los niveles mínimos de venta de las industrias automotrices y de línea blanca.
Por eso, allegados gremiales analizaron que, si Rocca cumple con su advertencia, metería presión política al Gobierno que está cerca de una elección legislativa y detendría una operación de resultado económico incierto.
En la misma sintonía, el titular de la Unión industrial Argentina (UIA), CEO de Cerámica Alberdi, Martín Rapallini, comenzó a deslizar críticas al modelo desindustrializador de Milei.
El cierre de Atanor
La empresa química Atanor, perteneciente al grupo estadounidense Albaugh, anunció la relocalización de su planta de San Nicolás, que se mudará a Río Tercero, provincia de Córdoba.
La planta en cuestión, que arrastra años de conflictos judiciales y demandas por contaminación, sufrió en marzo del año pasado la explosión de un tanque de atrazina, una sustancia altamente tóxica, que generó una nube que contaminó la ciudad por las siguientes 48 horas. Este año, en junio, la Autoridad del Agua volvió a clausurarla, tras detectar un vuelco ilegal de efluentes peligrosos en el Paraná.
La decisión genera 150 nuevos desempleados. Mientras, el sindicato químico, cuya regional nicoleña conduce Ricardo García, discute con la empresa los términos y montos de las indemnizaciones.