Alrededor de 100 trabajadores decidieron tomar por completo las instalaciones de la Petroquímica Río Tercero, provincia de Córdoba, “hasta que la situación se revierta”, es decir, con el fin de retrotraer los despidos masivos, así como destrabar los reclamos salariales. Dicha decisión fue adoptada luego de finalizar una reunión que mantuvieron los representantes sindicales con los directivos de la compañía, la cual estuvo muy lejos de las expectativas de los operarios.
Todo comenzó en octubre de 2024, cuando la empresa inició un proceso de cesantías masivas. En menos de un año, se produjeron alrededor de 300.
En este sentido, votaron profundizar el plan de lucha y enfatizar el conflicto laboral que ya lleva tiempo y que ahora toma más temperatura con la ocupación del establecimiento.
Mediante un comunicado difundido por los obreros, la patronal evidenció claramente su intención de llevar a la firma a la quiebra y, por ende, evitar las reincorporaciones y las indemnizaciones, “sino que planteando rebajas salariales en los sueldos de todos los trabajadores que hoy siguen en la petroquímica”.
El secretario general del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas de Río Tercero, Lucas Felici, profundizó aún más las verdaderas intenciones de la empresa al puntualizar que la propuesta de concretar "una rebaja salarial entre el 15 y 20% para todos los trabajadores". En esa línea, reveló que sólo "pretende reincorporar a 16 personas", a pesar de los que despidos masivos que ya suman a casi 300, que quedaron si su principal fuente de ingreso.
Felici confirmó que “no hubo oferta de pago de indemnizaciones” y, además, que bajo ese contexto es que los trabajadores decidieron avanzar con la toma del complejo fabril hasta tanto, la situación se revierta.
Dura advertencia
Los operarios fueron tajantes con las autoridades de la compañía y enfatizaron: “Tienen que entender que con la dignidad de las familias petroquímicas no se juega”.
El conflicto comenzó hace semanas y ya registró un antecedente trágico que conmocionó a todo la ciudad: el fallecimiento de Elías Casu, jefe de Recursos Humanos de la Petroquímica Río Tercero.
Casu no era un jerárquico más dentro de la estructura de la compañía: había sido designado como interlocutor con los empleados después de los despidos masivos que afectaron a la planta en los últimos meses. Su muerte ocurrió en el momento más delicado de la historia reciente de PR3, una firma golpeada por la crisis productiva, las cesantías y las acusaciones gremiales de vaciamiento.
En declaraciones periodísticas, el dirigente gremial expresó palabras de reconocimiento hacia Casu: “Era una persona muy buena y muy educada”.
Denuncias de vaciamiento
Cabe destacar que el sindicato sostiene que detrás de los despidos masivos existe un plan de vaciamiento empresarial y la posibilidad de una venta encubierta. Según reveló el secretario general, la compañía paralizó la producción y vació los tanques sin dar explicaciones. “Entramos en la etapa en donde todos se esconden, donde nos dejan solos”, acusó.
El gremialista apuntó contra el directorio de la empresa, el Ministerio de Trabajo y el Gobierno nacional, señalándolos de no brindar respuestas en un conflicto que impacta de lleno en la economía regional.