El techo libertario condicionó las paritarias: sólo una logró superar el IPC en la primera mitad del año

Los mecánicos del SMATA consiguieron incrementos 2,4  por ciento por encima de la inflación de enero a junio, y lograron romper las limitaciones impuestos por el gobierno. Los bancarios empataron esa cifra, y el resto estuvo por debajo, en promedio 4 puntos. Piden un “nuevo mecanismo de actualización” para salir de esta situación.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Domingo, 10 de agosto de 2025 10:00

Luego de más de dos meses de negociaciones, el gobierno cedió y homologó las paritarias firmadas por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las cámaras empresariales del rubro metalmecánico. La dilación, que casi deriva en un conflicto, se basó en la estrategia que intenta imponer el Ministerio de economía para las subas salariales. Todo acuerdo que esté por encima del techo libertario –fijado en el 1-2 por ciento de acuerdo a la inflación –corre el peligro de no ser formalizado por la secretaría de Trabajo.

Esto generó que las discusiones se volvieran engorrosas y complejas, y dejaran un saldo negativo para los ingresos de los trabajadores en el primer semestre del año. Así lo alerta un informe conocido esta semana, que midió una docena de acuerdos, y concluyó que sólo los mecánicos enrolados en el SMATA lograron superar la inflación en este tiempo.

El resto perdón te la suba de precios, salvo la excepción de los bancarios, que empataron amos indicados. Este freno tiene especial importancia en las paritarias estatales, es decir, donde el propio gobierno de Javier Milei define las subas, que están siempre por debajo del trecho establecido. Para salir de esta realidad, la dirigencia sindical apela a todo tipo de medidas, desde las propuestas hasta los recursos judiciales. En este contexto, crece la demanda de varios sectores de crear un “mecanismo de actualización automática”, que permita incrementos que acompañen los cambios en el IPC.

Los datos de la primera mitad del año en materia de paritarias no son alentadores. Los convenios analizados por la consultora Synopsis muestran las dificultades que tuvieron los gremios para romper el techo libertario, al punto que sólo uno de ellos consiguió superar la inflación. El resto, sigue rezagado respecto del incremento de los precios.

Quien logró salirse de la trampa del gobierno fue el SMATA, el sindicato de los mecánicos. De acuerdo a un relevamiento, al que tuvo acceso Data Gremial, ese sector “lleva una ventaja del 2,4 por ciento en relación a la inflación acumulada durante el período enero-junio del año”. Otro gremio que no pierde contra la inflación es el de los bancarios.

“El saldo, en ese caso, es cero. No pierde, pero tampoco gana”, dijo el informe, que destacó los acuerdos logrados por La Asociación Bancaria de Sergio Palazzo, recientemente reelegido al frente de la entidad. “El resto de los gremios no logra recuperarse del salto inflacionario de marzo, cuando el IPC fue del 3,7”. Recalcó el análisis de la consultora que dirige Lucas Romero. SMATA tiene acuerdos trimestrales, y esa estrategia le viene sirviendo para ganarle a la inflación. El arreglo que tuvo, “evidentemente resultó superior a la evolución del IPC; y ganó en medio de la desinflación”.

En cuanto al resto de los acuerdos, los datos marcan que la mayoría de los convenios estuvieron a la baja. “Los ferroviarios (-10,7 por ciento), los salarios de los encargados de edificios (-8 por ciento) y de los agentes públicos (-6, por ciento) son los que más pierden en lo que va del año”, destacó el reporte.

Por detrás siguen “los sueldos de los trabajadores de la alimentación (-4,7 por ciento); los de la sanidad (-5,7 por ciento) también muestran datos negativos”. En general, dijo Synopsis, “las actividades más numerosas tuvieron una pérdida del orden del 4 por ciento como son los casos de los empleados de comercio, la construcción y los metalúrgicos”. “El ritmo de acuerdos paritarios había registrado un rebote en abril, como consecuencia de la elevada inflación de marzo, pero se desaceleró en los tres meses siguientes”, según los cálculos de la consultora. De esta forma, “en julio los aumentos proyectados alcanzan a 25 por ciento anual, el nivel más bajo de los últimos cuatro años”.

El porcentaje promedio de aumentos del mes pasado se desaceleró “fuerte” con relación a junio, quedando en 1,6 por ciento (bastante por debajo al 2,3 por ciento del mes anterior). Si el índice de precios al consumidor de julio no está en esa línea (la mayoría de las consultoras estiman algo más, en torno de 1,8 a 2 por ciento), el informe advierte que “volveríamos a tener un mes negativo para la dinámica precios-salarios”.

Nuevo mecanismo

En este tiempo, los gremios buscaron la forma de enfrentar esta estrategia de techo salarial, que por los datos parecen imponerse. La pelea por llegar a subas por encima del IPC, que mejoren los ingresos de los empleados, se topa con la no homologación, como pasó con la UOM.

Pero la insistencia respecto de la necesidad de avanzar en esas mejoras pudo quebrar el cerco oficialista, como pasó también en el sector de comercio. “Los empleados bancarios ajustan mensualmente de acuerdo al índice de precios”, explicó Synopsis en su análisis, mostrando que este es uno de los modelos que los gremios quieren sumar para escapar del corsé del gobierno. Este tema surgió, por ejemplo, en la discusión de las paritarias en la provincia de Buenos Aires, que ante las experiencias de los privados y de los empleados del estado nacional pusieron a consideración esta idea como forma de saltarse el límite de las subas.

Necesitamos un mecanismo que actualice el salario de acuerdo al costo de vida, de manera automática, como una cláusula gatillo verdadera”, le dijo a Data Gremial una fuente de la discusión provincial, que confirmó que el tema llego a la mesa de discusión del viernes pasado. La forma se usó un tiempo en el sector docente, pero nunca se institucionalizó.

Por eso seguimos corriendo de atrás, y cada discusión se hace al límite de lograr un aumento que impacte en el salario a cobrar de forma inmediata”, graficó la misma fuente. Para que el aumento que se discute se vea reflejado en los recibos de agosto, quedan pocos días para que se concrete. El rechazo del esquema de aumentos que llevó a la reunión el gobierno bonaerense parece ser un obstáculo para esto. Pese a este panorama complejo, peor están los estatales nacionales, que están en un virtual congelamiento, que comparten con otros sectores de la administración pública, como los docentes universitarios.

Malas perspectivas

En cuanto a lo que puede pasar en el segundo semestre, las perspectivas no son las mejores, pese al optimismo del gobierno y algunos resultados electorales –como sucedió en CABA –que muestran signos auspiciosos para el oficialismo. Lo cierto que la situación general hace pensar que será difícil recomponer salarios si antes no repunta la actividad. En el sector de alimentos, por ejemplo, donde los trabajadores tienen un atraso salarial de casi cinco puntos,  viene “jugado a favor” de la estrategia del Gobierno para mostrar un IPC más bajo. Fue clave, marcó Synopsis, “en la medición de mayo y junio, que dio apenas el 1,5 por ciento y apenas 0,6 por ciento respectivamente”. En este contexto, otra vez una ruptura en la tendencia a la desinflación podría “empeorar el horizonte de los asalariados”. Para julio, las principales consultoras económicas que monitorean la evolución de los precios semana tras semana esperan una inflación de entre 1,7 y 1,9 por ciento, pero con los alimentos yendo unas décimas por detrás de ese promedio.

El comportamiento de los salarios se vincula con los distintos ritmos que está teniendo la recuperación económica, según señalan distintos estudios.

Así, mientras actividades extractivas y relativamente bajas en ocupación de mano de obra, como son el agro, la energía y la minería, lideran la reactivación, las actividades urbanas están rezagadas. En este sentido, la Unión Industrial Argentina señaló que el sector manufacturero sufrió una caída de 1.500 empleos por mes en el último trimestre con una disminución acumulada de 37.000 empleos desde agosto de 2023.

Peor se presenta el panorama para las pequeñas y medianas empresas, según los datos de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino. Según esta entidad, cierran por día 40 establecimientos lo que equivale a la pérdida de aproximadamente 500 empleos diarios.