Segundo informe de FEDUN sobre salarios universitarios: “Se encuentran por debajo de los valores de 2002”

El gremio difundió junto con el Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI) los datos de pérdida de ingresos, que este año supera los 90 puntos desde que asumió Javier Milei. Repudio al nuevo aumento anunciado por el gobierno.

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Jueves, 14 de agosto de 2025 10:00

En un reciente informe de la consultora Synopsis, se determinó que la gran mayoría de las paritarias perdieron respecto a la inflación. Entre las que más retrocedieron más en el primer semestre del año estuvieron los estatales nacionales, con más de seis puntos, según los datos. Dentro de ese universo están los docentes y nodocentes universitarios, que vienen alertando sobre una caída del poder de compra de su sus sueldos “histórica”, que comenzó cuando llegó Javier Milei a la presidencia, y lejos de detenerse se profundiza. Para poder denunciar esta realidad, la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) generó una alianza con el Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI) para elaborar informes fehacientes de la caída de los ingresos, para dejar en evidencia sin lugar a discusión el ajuste libertario. A comienzos de julio se presentó el primer trabajo, que marcó el daño que la motosierra está haciendo en las universidades nacionales. Esta semana se conoció el segundo de los análisis, que comprueba la tendencia: según los datos se sigue perdiendo poder adquisitivo, al punto que los sueldos del sector “se encuentra por debajo de los valores de 2002”. Ante esto, el gremio destacó la importancia que el Senado apruebe la Ley de Financiamiento Universitario, que crea un nuevo sistema  de paritaria, entre otras mejoras.

El segundo reporte de FEDUN y el CIICTI ratifica el daño que hace el ajuste a los salarios de docentes y nodocente. En el reporte, las entidades marcaron que “en 20 meses de gobierno el IPC acumula un alza del 220,1 por ciento”, mientras en el mismo período los salarios en las universidades nacionales “se incrementaron un 128,5 por ciento”.

Esto marca que desde noviembre del 2023 los ingresos del sector “acumulan un deterioro de 91,6 puntos base”. “Los sueldos en universidades nacionales se deterioraron un 28,6 por ciento real desde noviembre del 23, y en lo que va del año pierden 6,5 por ciento”, explicó el trabajo al que tuvo ceso Data Gremial.

El nivel salarial del sector se encuentra “por debajo de los valores de 2002, habiendo caído 39 puntos desde el pico de 2011”. Es decir si se lo compara con los salarios de los agentes públicos, medidos por la consultora Synopsis, mientras que los estatales perdieron este años 6 puntos, los docentes y nodocentes perdieron 6,5 por ciento, aún peor. En ambos casos rige la paritaria congelada del gobierno, es decir, cierres unilaterales sin posibilidad de discusión.

Para FEDUN y el resto de los integrantes del Frente Sindical de Universidades Nacionales esta situación, además de histórica es insostenible, por eso lanzaron una semana de protestas, que comenzaron el lunes con un paro de actividades, y seguirán con acciones de visibilidad de esta realidad. Uno de los reclamos es que el Senado apruebe la Ley de Financiamiento Universitario, que tiene distintos mecanismos para evitar este retroceso salarial. “Todavía no hay fecha de tratamiento en la cámara alta”, el confirmó a Data Gremial el titular de FEDUN, Daniel Ricci.

Según explicó “se está esperando que llegue la norma de Diputados, así que estamos esperando que entre en el Senado para ver cómo sigue”. Se descuenta que los gremios se movilicen el día que se trate, como hicieron con la radio abierta el día de la media sanción, donde FEDUN y FATUN expresaron la necesidad de poner en marcha esta norma.

La misma establece que en las paritarias sectoriales serán convocadas para recomponer los salarios, “garantizando la recuperación del poder adquisitivo, tomando como base la variación acumulada de la inflación informada por el INDEC desde el 1 de diciembre de 2023 hasta la sanción de la presente ley”. “Todo aumento salarial deberá ser remunerativo y bonificable, y deberá asegurarse la completa incorporación de las sumas no remunerativas y no bonificables dentro de los básicos de la convención colectiva correspondiente”, agrega la norma.

Duras críticas

Los datos difundidos por FEDUN y el CIICTI se dieron en momentos que el gobierno anunció el nuevo IPC, que trepó en julio pasado el 1,9 por ciento. En este contexto, el Ministerio de Capital Humano, a través de la Subsecretaría de Políticas Universitarias, anunció que otorgará un aumento del 7,5 por ciento de los salarios para los docentes y no docentes de las universidades nacionales entre septiembre y noviembre. La medida, que incluye un 3,95 por ciento en los salarios de agosto, se anunció en medio de la polémica por el retroceso salarial.

Además, de forma complementaria se dispuso que el personal no docente percibirá sumas fijas excepcionales de 25 mil pesos por cargo. Para el personal docente, las dedicaciones exclusivas percibirán la suma fija excepcional de 25 mil pesos por cargo, quedando asignado de forma proporcional al resto de las dedicaciones y cargos preuniversitarios.

Ante el anuncio, Ricci, que dijo que los datos del informe “son terribles”, criticó la medida oficial. “El valor otorgado de aumento para los salarios para este semestre es del 1,3 por ciento mensual, cuando la inflación medida a julio fue de 1,9 por ciento”, sostuvo el dirigente, que acusó al gobierno de “festejar la rebaja salarial de los docentes universitarios”. Por estos datos, que se suman a los expresados por el nuevo informe, la FEDUN rechazó el anuncio oficial.

Lo que avanza en la Argentina es la crueldad, de un gobierno nacional que avanza en la destrucción del sistema universitario y el sistema científico-tecnológico”, agregó Ricci. Por esto, desde el gremio anunciaron que seguirán “durante esta semana y la próxima con las actividades de visibilización del conflicto y que volveremos a reunirnos la semana próxima en plenario de secretarios generales para definir de qué manera se profundizarán las medidas de fuerza”.

Otros aspectos

Además de la cuestión salarial, FEDUN y el CIICTI criticaron otros aspectos del sector, como el presupuesto de la Secretaría de Educación, que según se estableció “cayó un 47,6 por ciento en dos años”. Además de la caída del presupuesto universitario, destaca “la caída en la ejecución del programa de becas y el financiamiento de políticas socio-educativas”.

Así, la inversión en universidades nacionales en 2024 cayó 21,9 por ciento y se proyecta un retroceso adicional del 8,8 por ciento en 2025 en términos reales. En el acumulado a julio cae un 30,7 por ciento contra igual período de 2023, “empeorando la ejecución mes a mes”. Esto hizo, según Ricci, que “la inversión a lo largo del año es la menos en 40 años desde la recuperación democrática, más baja que en la época de Fernando de la Rúa, que fue la más baja hasta ahora”.

Otro dato alarmante está vinculado con el empleo en universidades nacionales, que “acompaña con rezago el crecimiento de la matrícula, y se concentra crecientemente en cargos de dedicación simple, que han pasado de representar el 46 por ciento del total en 1999 a más del 55 por ciento en 2024”. Las dedicaciones exclusivas pierden peso, “hasta representar apenas el 7,9 por ciento del total”.

En cuanto al presupuesto de la Administración Pública Nacional para el sector científico y tecnológico también cae “de manera acelerada, deteriorándose un 48 por ciento en dos años, en términos reales. La caída” es transversal y afecta a todos los organismos: El CONICET pierde un 32,7 por ciento real en dos años, la Agencia I+D+i pierden más de un 90 por ciento de su presupuesto en términos reales”. Los salarios del sector también caen con descensos que alcanzan los 35 puntos (CIC-CPA y becas CONICET). Así, la masa salarial total en el sistema científico “cae un 32,2 por ciento real en dos años”, y también descienden de manera “muy aguda” la inversión en becas (-29,4 por ciento),  bienes de capital (-66,6 por ciento) e insumos (-71,0 por ciento).